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7 Consejos Profesionales que me ha costado años aprender

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    Mi vida profesional ha estado llena de momentos de todo tipo, algunos aciertos y unos cuantos errores. Me quedo más con las gratas experiencias que uno vive después de cada acierto que con la amargura del error (que no lo llamo fracaso). En este post hablo de 7 consejos profesionales que he aprendido a lo largo de los años. Por suerte todavía soy joven y queda mucho por aprender (aunque poco pelo)…

    7 Consejos Profesionales que me ha costado años aprender

    1. Algunas ideas de negocio parecen extraordinarias nada más las ves. Hay personas que se lo piensan demasiado y nunca les hincan el diente, otras sin embargo se lanzan a la aventura. Yo he sido de los que se han apasionado demasiado y se han lanzado a la aventura en más de una ocasión. Los años me han enseñado a domar a la fiera que llevo dentro. He aprendido a analizar, a tener paciencia y no dejarse llevar por el ímpetu de los momentos de euforia (y con ello me he ahorrado mucho esfuerzo y unos miles de euros)
    2. Hagas lo que hagas en la vida tienes que aprender a venderlo. No importa si tus clientes son externos, internos o están en internet. He aprendido que el mejor contenido no sirve de nada sin su comercialización, que es tan importante el «qué» como el «cómo». La mayoría de proyectos fracasan porque siendo geniales sus creadores no han sido capaces de venderlos.
    3. Hace tiempo me costaba decir «No», si me proponían algo, aunque no estuviera convencido del todo acababa llegando a algún acuerdo, cediendo demasiado. No es que ahora sea un experto en esto, el tema de la asertividad lo trabajo cada día, pero sí que he aprendido a escuchar a mi cuerpo y cuando tengo sensaciones negativas sobre lo que me comentan o estoy a punto de decidir, mi respuesta es «No» (aunque debo confesar que trato de ser muy educado cuando lo digo). La conexión con nuestro cuerpo es un tema que muchas personas olvidan a menudo. La gran actividad mental a la que nos vemos sometidos (más de 60.000 pensamientos al dia) provoca que nos sintamos desbordados a nivel cognitivo, pero que no sepamos conectar con nuestras sensaciones y emociones, que se vivifican a través de nuestro cuerpo. Saber parar, saber descansar, disfrutar de la respiración, de la meditación, recibir un masaje, calmarte… son cosas que debemos hacer muy a menudo.
    4. No todo el mundo está dispuesto a esforzarse igual que tú. Aunque te parezca mentira hay personas que en su ADN tienen previsto un esfuerzo determinado que no va más allá. Wayne Dyer titula uno de sus libros algo así como «Nunca hay demasiadas personas corriendo la milla extra». Por este motivo soy partidariio de aprender a resistir, de perseverar, de caminar esa milla extra. Esos lugares no están demasiado abarrotados de gente y al final si estás ahí, y si corres la milla extra puedes marcar una diferencia.
    5. Aunque alguien te parezca hoy un tipo/a genial, en unos años te puede parecer un auténtico cretino/a. Y no significa que esta persona haya cambiado, el/la que has cambiado eres tú. Lo que ocurre que cuando le conociste por primera vez no sabías lo que sabes hoy. Así que no vayas por ahí endiosando a nadie ni admirando demasiado. Los años cambian a las personas, a los demás y a ti.
    6. Los mejores profesionales son las mejores personas. Los seres humanos nos sentimos atraídos por otros seres humanos. Para ser un gran profesional no hay que ponerse una máscara seria y hablar tecnicismos, hay que ser humano, ser uno mismo, hablar de lo que a uno le interesa. Las personas que aparentan ser lo que no son acaban por generar poca coherencia, la autenticidad es la mejor forma de tener éxito en tu vida profesional (y no está reñido con el espíritu de mejora continua). 
    7. Si te gusta trabajar duro, también debes ser muy bueno descansando duro. No seas tan cruel contigo mismo/a de hacer jornadas demasiado largas, de trabajar muchos sábados, si luego no eres capaz de disfrutar de unos días más de vacaciones, de gastar una parte de tus ahorros en un buen homenaje. Hay personas que en su vida laboral trabajan demasiado duro y en su vida personal no dejan hueco para el placer, el descanso, el esparcimiento, el no hacer nada. Es una forma (bien vista por cierto) de castigar al cuerpo, de suicidarse… Lo veo una incoherencia, no se puede estar al máximo siempre. Trabaja duro, pero descansa en la misma proporción y exige que así sea.

    Podría hablar de muchas teorías, de cosas que he aprendido a través de algunos libros o de consejos que me han dado, pero al final la mejor maestra es la experiencia. Cuando tenga algunos años más espero poder añadir algunos otros consejos a esta lista. A veces caminamos por la vida sin hacer balance de lo que aprendemos, sin sacar la libreta y apuntar «ahora ya se que…» » me he dado cuenta que…» «este año he aprendido que…» ¿Podrías hacerlo tú también?, ¿Podrías apuntar tus aprendizajes vitales?, ¿Cuáles serían?

    Tropezar dos veces con la misma piedra es algo muy humano (dicen que lo malo es encariñarse con ella). Espero que tú también puedas poner sobre el papel tus aprendizajes y que estos te ayuden a ser más feliz.

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    Qué tengas un gran día.

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