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¿Cuándo fue la última vez que realizaste un viaje de esos que cambia algo en tu vida? ¿Cuánto hace que no descubres algo nuevo?…
Explorar, viajar, descubrir… todo ello forma parte de nuestro ADN, gracias a esta cualidad hemos llegado al lugar en el que estamos hoy. Es gracias a los que se aventuraron a entrar en territorios desconocidos que podemos ser quienes somos. Gracias a los que hoy exploran, podremos vivir un futuro mejor y diferente.
En los viajes descubres, sientes, exploras… de alguna forma te adentras en dimensiones distintas, zonas que no conocías, personas que te sorprenden, lugares que te tocan, sensaciones que te acarician, como si por vez primera sintieras algo nuevo.
Y como todo el que descubre, el viajero/a aprende, y en ese aprender hay un renacimiento, algo nuevo que crece dentro de ti y que te ha proporcionado el viaje.
Es difícil hablar de viajar y no recordar las palabras de Kavafis en su viaje a Ítaca… recordándonos que lo importante no es tanto el destino (Ítaca), sino todo lo que te llevaste del viaje, los lugares de los que quedaste prendado, las personas que conociste, los muchos recuerdos, vivencias…
Con los años he llegado a la conclusión de que el que viaja no viaja para descubrir nada, sino para descubrirse a sí mismo, para conocerse a sí mismo haciendo el viaje. Me parece bello ese descubrimiento ¿Cuándo fue la última vez que aprendiste algo de ti en un viaje? ¿Qué fue?
Es obvio que podemos descubrirnos a nosotros mismos sin necesidad de viajar, pero viajar facilita bastante ese encuentro.
Por trabajo suelo viajar a menudo. No sé si es una suerte o no, pero cada semana descubro lugares distintos, personas admirables que me tocan el corazón, paisajes que se quedan grabados en mi retina. Aunque bien es cierto que viajar por trabajo o por placer es bien distinto y cuando tienes la agenda muy ajustada, puedes visitar la mejor ciudad del mundo y no ser consciente de todo lo que te envuelve. Ahora (jueves noche) vuelvo del Puerto de Santa María (Cádiz). Ayer estuve en Madrid, la semana que viene en Tenerife…Mi agenda decide dónde viajo, aunque a veces me pierdo demasiadas cosas.
Por otro lado, ya conoces la costumbre de Belén y mía de hacer unos cuantos viajes cada año a los lugares que más nos gustan, a ciudades que nos encantan (Sevilla, Granada, San Sebastián, Bilbao, Santiago de Compostela). Sin embargo, cuando uno se busca a sí mismo o busca soledad, necesita viajar sólo. No sé si estarás de acuerdo conmigo en que no es lo mismo viajar sólo que acompañado, por mucho que ames a la persona que tienes al lado. Son dos sensaciones distintas, ambas muy placenteras y que no cambio por nada del mundo. Especialmente ahora que además viajaremos con nuestra hija.
El año pasado decidí empezar a retomar una vieja costumbre, hacer ciertas aventuras en solitario. No se trata de nada que suponga demasiados riesgos, pero sí de viajes que me inviten a conocerme mejor y tengan un punto de aventura. El año pasado hice la Ruta de la Plata en bici, durante 5 días, 515kms, disfrutando mucho de uno de los deportes que más me gusta practicar.
Este año el reto es caminando.
#DesafioOrdesa2017
El Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido es una de esas zonas de nuestro maravilloso país más bellas y con mejores paisajes. Uno se siente en el corazón de algo formidable cuando pasea por este parque natural. Este año mi aventura será allí. Lo decidí hace un par de semanas y será una ruta circular de 4 días, de unos 80kms creo. Ni que decir tiene, que soy muy afortunado por poder vivir la vida junto a Belén, quien además de muchas otras cosas, me ayuda muchísimo a emprender estos retos. Estas cosas no se hacen nunca unilateralmente.
Empezaré este viaje en el Valle de Pineta, después de una noche en el Parador de Bielsa, al día siguiente a primera hora subiré al Collado de Añisclo (1200m muy verticales) para bajar el cañon de Añisclo al completo (he estado varias veces por allí y es una pasada), esa noche dormiré en Nerín.
Al día siguiente haré una ruta muy sencilla, prácticamente todo pista forestal, pero larga en distancia que me llevará desde Nerín a Torla por todo lo alto del Valle de Ordesa, con unas vistas impresionantes al otro lado: la Brecha de Rolando, Monte Perdido, El Casco y otros picos geniales. Me apetece mucho ser testigo de todo lo que este viaje tiene que decirme.
El tercer día haré la ruta Torla – Refugio de Goriz. Una ruta sencilla y fácil, además muy transitada que acabará en uno de los refugios más conocidos por cualquier montañista. Sin embargo, a estas alturas no queda una plaza libre para dormir en el refugio y me tocará dormir en el saco al aire libre, haciendo vivac, es decir al raso. No me apetece llevar tienda para una noche que dormiré así. El problema es si le da por llover, pero no es la primera vez que lo hago. En el 2004 conseguí hacer 99kms de montaña pirenaica en tres días, durmiendo en vivac. Aunque bien es cierto que los años pesan. Si tiene que llover, que llueva.
El último día será de nuevo un lujo a nivel paisajístico, hacer la ruta Refugio de Góriz – Parador de Pineta, pasando una vez más por el Collado de Añisclo de vuelta y durmiento una vez más en el Parador.
Este es el plan y ya te iré contando cómo se ha desenvuelto todo.
Dime una cosa, ¿si pudieras hacer un viaje cuál sería? ¿Qué sensaciones te gustaría tener? ¿Qué paisajes ver? ¿Qué personas conocer?… ¿Dejarías que ese viaje, paisajes y personas toquen tu corazón? Si es así, el viaje te cambiará y eso siempre vale la pena.
Que tengas un gran día.
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