Sin actitud no hay éxito

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Ayer estuve con Quimacova, la Asociación de Empresas Químicas de la Comunidad Valenciana, un extraordinario grupo de empresarios y profesionales de empresas de gran relevancia, para todo el tejido empresarial de nuestro territorio nacional. Hice una conferencia para todos sus asociados «Actitud para el éxito en la empresa (y en la vida)», después me invitaron a comer y aproveché para enriquecerme de la notable experiencia de empresarios excelentes, muchos de ellos con casi 40 años de experiencia exportando, internacionalizando y liderando organizaciones.

También ayer fue un gran día, porque para esa conferencia, la organización me había pedido que llevara mi nuevo libro «Deja de Sumar, Multiplica» (Profit Editorial, 2018), que todavía no ha llegado a las librerías y ni siquiera había llegado a mis manos… hasta ayer, la editorial envió los primeros 150 ejemplares directamente a este evento. Así que fue un honor, entrar en una sala para dar una conferencia y ver que todo el mundo tiene en sus manos un nuevo libro tuyo que tú ni siquiera has llegado a ver una vez editado.

Esta mañana, ya más tranquilamente, he aprovechado para ojearlo y tenerlo en mis manos unos instantes. A partir de aquí empieza la editorial a introducirlo en el mercado, y supongo que para mediados de Enero lo tendrás en tu librería, en portales de internet y en toda Latinoamérica. De momento te dejo con su título y la portada y este link a su versión ebook en Amazon. Te pido unos días de paciencia hasta que la distribución editorial haya hecho su trabajo.

Aquí me tienes con la Junta Directiva de Quimacova, entre ellos personas allegadas como Jaime Agramunt o Jose Luís Montañés, a los que tengo un gran aprecio personal y profesional.

sin actitud no hay exito

No sé lo que piensas, pero yo creo sin actitud no hay éxito, porque la actitud es una cuestión transversal, que nos afecta a todos y que está con nosotros durante toda nuestra vida. Cuando uno empieza a tener uso de razón es cuando puede empezar a ser consciente de su actitud. Un niño de 4 años es muy difícil que se de cuenta de la actitud con la que está afrontando algo, pero un adulto tiene la obligación de hacerlo, porque lo contrario es vivir inconscientemente a las órdenes de un piloto automático que quizás no sea el que te lleva a buen puerto.

Hay muchas cosas que no podemos cambiar, hay demasiados detalles de nuestro mundo exterior y de las personas que nos rodean que nunca podremos cambiar, pero sí podemos cambiar nuestra actitud ante todo esto, nuestra forma de ver el vaso… ¿medio lleno o medio vacío?, y eso lo cambia todo.

A nivel profesional, cada vez más conozco a empresas que utilizan el aspecto curricular de las personas como un simple filtro para saber si un candidato/a es apto o no para un puesto, un mero trámite, pero lo realmente importante, lo que les hace tomar la decisión de si alguien entrará o no en una empresa es su actitud: cómo afronta las dificultades, cuánto se queja, cómo de positivo se es y cómo de alineado está con los valores de la empresa.

Sin actitud no hay éxito, porque si reconquistas tu actitud te estarás reconquistando a ti mismo, estarás volviendo a tomar el control de tu vida, y por lo tanto a conseguir los resultados que tú mismo/a te propongas.

¿Cuántas personas se quejan de que no tienen la vida que desean?, ¿cuántas personas se toman la vida como una carga?

la actitud es clave

Ayer estuve en urgencias del Hospital toda la tarde y parte de la noche, durante el día mi abuelo de 96 años se desmayó y quedó encerrado en casa. Cuando me enteré fuí a ocuparme de él en el Hospital. Si pasas unas horas en las Urgencias de un hospital, te das cuenta de cómo es la actitud de las personas frente a las dificultades, cómo de fácil es poner una boca demasiado seria o criticar a alguien. Vi demasiadas personas quejándose sobre la gestión de los distintos equipos médicos (incluso a mi me apetecía hacerlo), pero tambien me di cuenta de que todos los que se quejaban elegían estar así en lugar de sentirse mejor. Sin embargo se sentían víctimas, maltratados por el propio sistema del que forman parte.

Si quieres saber cómo es nuestra actitud frente a las dificultades, visita las urgencias de un concurrido hospital de gestión pública.

Seguramente todos los que habíamos allí, desde nuestra posición, no podíamos cambiar rápidamente el sistema. Pero lo que sí podíamos hacer era sonreir y mostrar cariño y ternura hacia nuestros seres queridos. Quizás la forma más eficaz de cambiar ese sistema del que la mayoría se quejaban, era pagar todos nuestros impuestos religiosa y felizmente, no como una carga, sino como una aportación al sistema que luego ofrecerá un servicio a nuestras familias.

Cuando dices esto abiertamente, suelen aparecer voces de todo tipo, que saben quejarse abiertamente y decir «ya pero…». Me doy cuenta de que cuando se trata de asumir su responsabilidad las personas suelen mirar para otro lado. La actitud también es eso, no mirar para otro lado y asumir tus responsabilidades.

En las empresas decimos que la actitud es ese elemento invisible que lo condiciona todo: el clima laboral, los resultados, los conflictos y otras variables. Empresas formadas por personas con una actitud negativa o reactiva acaban entrando en pérdidas o siendo vendidas al mejor postor.

La actitud no es lo que el mundo puede hacer por ti, la actitud es lo que tú puedes hacer por afrontar mejor la vida y ese pequeño «algo» que tú hagas influirá positivamente en los demás, en ese mundo del que formas parte.

Sí, lo sé, tienes tantos motivos por los que quejarte… los políticos, la crisis, la corrupción, los clientes pesados, tu pareja… pero la queja nunca te llevó a ningún sitio positivo. Lo único que puedes hacer es ser feliz ahora, y para hacerlo no hay que hacer nada mágico, decir Abradacabra, ni conjurar nada. Quizás ahora puedas cambiar la forma en la que te sientes y en la que afrontas la vida, si cambias tu actitud.

Te cuesta hacerlo porque no estás acostumbrado/a, porque es un músculo que no tienes fortalecido. La actitud es un músculo que muchas personas ni siquiera saben que existe, pero es algo así como ese botón que puedes apretar cuando las cosas van mal y que hace que de tu espalda salgan dos maravillosas alas que te hacen volar y ver todo con más perspectiva, y tomarte la vida mejor, y cambiar las cosas.

Lo contrario ya lo conocemos, porque lo contrario es queja, victimismo, culpa y agresión incluso. Y en ese terreno tan oscuro, yo no voy a estar a tu lado, permíteme que quiera rodearme de personas positivas.

Cambia tu actitud y eso lo cambiará todo. Sin actitud no hay éxito.

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1 comentario en “Sin actitud no hay éxito”
  1. si enverdad en todo momento de obtaculos nos bemos enfretado ala mala actitud que vemos los problemas pero la vida es bella y debemos disfrutarla al maximo gracias por el consejo y apartir de hoy buscare el exito a toda cuesta

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