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La vida no siempre camina en la dirección que uno desea. En muchas ocasiones las cosas se tuercen más de lo que a uno le gustaría y acaba en derroteros que no acaban de satisfacerle demasiado. A nivel profesional, veo como demasiadas personas desperdician su talento y no ponen en valor todas sus cualidades y conocimientos, y eso me entristece. Hoy te contaré una historia personal, me gustaría hablarte de porqué necesitas diseñar un plan profesional, ahora o nunca…
Es hora de diseñar un plan profesional
Era Septiembre del 2006, vivía en Londres. Hacía pocos meses que mi vida había cambiado drásticamente (dejé mi trabajo, se acabó una relación, me alejé de mi familia y amigos…), y me encontraba en el interior del salón de una casa victoriana del 106 de Calabria Road, en Highbury por el que pagaba 700€ al mes y que me servía de vivienda durante ese tiempo. Estuve durante varios días pensando en mi futuro, dándole vueltas a lo que quería hacer en los próximos años, con esa sensación de que no tienes claro como pintará el mañana, cómo serán las cosas.
He aquí mi casa londinense:
El dinero tampoco era infinito, podría estudiar y vivir a mis anchas durante un año y poco, luego me tocaría pedir un préstamo para iniciar cualquier actividad profesional. Sentía la libertad del que siente que puede diseñar su futuro, una de las libertades más bellas que existen. Y digo «del que siente que puede» porque todos podemos diseñar nuestro futuro, aunque no lo creamos, o no nos sintamos capaces en muchos casos.
Las barreras están en tu mente. Las barreras no pueden ser las obligaciones actuales, los hijos, y otras miles de excusas que nos ponemos para no cambiar, para no desafiarnos a nosotros mismos.
Tomé una hoja de papel y puse en el centro «Plan profesional a 8 años» en realidad lo puse en inglés «8 year professional plan». Enseguida dibujé 8 cuadrados en la hoja de papel, con espacio suficiente dentro de cada uno para poder colocar allí mis aspiraciones y metas durante los próximos 8 años. A cada cuadrado le puse un año 2007 – 2008 – 2009 etc…
Me pregunté ¿Cómo quiero que sean las cosas de aquí a 8 años? (2014) y empecé a soñar. Me dije cosas como:
- Quiero publicar un libro.
- Quiero tener mi propia empresa.
- Quiero finalizar un Máster univesitario en Londres.
- Quiero tener autonomía y libertad para decidir qué hacer profesionalmente.
- Quiero tener unos ingresos anuales de….
- Quiero tener dos meses de vacaciones…
- Quiero estudiar un máster en terapia gestalt
- …
Y así fui soñando sin ponerme límites, sin decirme demasiado aquello de «no puedo», «no lo lograré», «esto es demasiado grande para mi», tenía que empezar de cero, no podía ponerme límites. Por aquel entonces, yo no tenía la confianza en el futuro que puedo tener hoy.
Era algo así como un suicida que había dejado el abrigo de las alas de la empresa privada, había cogido sus ahorros y se había propuesto cambiar una carrera orientada a las máquinas y a los procesos, por otra muy distinta orientada a las personas.
Cuando ya había definido mi lista de sueños, era el momento de poner estos sueños sobre el «Plan profesional a 8 años», y en cada año poner aquello que le correspondía. De esta forma en el año 2007 habían una serie de metas que conseguir. Algo así como:
Acciones del 2007
- Julio. Finalizar un Máster Universitario en Londres.
- Agosto. Crear mi propia empresa.
- Septiembre. Iniciar el primer año de formación del Máster en Terapia Gestalt.
- …
Y así fuí llenando cada uno de los 8 años que seguirían al 2006…
Esa noche me comprometí tanto con mi futuro que sentía que lo podía conseguir.
Todos esos planes a 8 años los conseguí en menos de 4 años. Desde entonces sigo haciendo planes y diseñando acciones que llenarán esos planes.
Hace un par de años tomé una hoja de papel y escribí «Antes de los 40…» en esta, había toda una lista de acciones que quería ver hechas realidad antes de cumplir 40 años. Todavía me quedan 2,5 años para ver si se han hecho realidad.
Me parece fundamental la idea de que diseñemos nuestro futuro, de que creemos sobre el papel aquello que deseemos conseguir. Un buen amigo y maestro me dijo una vez:
«No esperes ver para creer, sólo si crees puedes ver»
Y en eso consiste mi trabajo, en el sano ejercicio de creer…
Así que, lo que tenemos que fortalecer no es tanto nuestra capacidad de hablar y hablar, y decir aquello de:
- Algún día cambiaré de trabajo…
- Un día voy a crear algo verdaderamente grande…
- El día de mañana voy a…
Ese día ha llegado. Ese día ha llegado. Ese día ha llegado. Lo repito tres veces para ver si lo interiorizas, porque la experiencia me dice que te autosaboteas a menudo.
Pero quiero que escuches esto: No permitas que tu música muera dentro de ti.
Tus excusas de hoy tan sólo son frenos que te pones a ti mismo para no hacer realidad la vida que deseas.
Si no eres capaz de verlo así es que no estás comprometido con tu futuro. Diseñar tu futuro es una cuestión de determinación. ¿Estás comprometido/a con tu futuro?
¿Sí? entonces ahora te toca a ti:
- Profesionalmente ¿Dónde quieres estar en 8 años?
- ¿Qué conocimientos o habilidades necesitas adquirir para conseguirlo?
- ¿Qué pequeños pasos debes de dar para poder hacerlo?
- ¿Qué obstáculos te vas a encontrar en el camino?
- ¿Cómo harás para sortear dichos obstáculos?
- ¿Cómo te imaginas habiendo conseguido tu sueño?
- ¿Qué tendrás que hacer en cada uno de los próximos 8 años?
- …
Ahora caben tres opciones:
- Si has tomado una hoja de papel para contestar a estas preguntas es que estás comprometido/a con ese futuro que sueñas.
- Si no lo has hecho, pero lo vas a hacer ahora que yo te lo acabo de decir, es que estás comprometido, pero todavía te falta un empujóncito (espero ayudarte).
- Si no lo vas a hacer de ninguna de las maneras, es que ya has hecho este tipo de planes y los has conseguido o que teniendo sueños y aspiraciones no te atreves a escribirlos, y por lo tanto tus sueños tendrán que esperar unos años para poder empezar a cumplirse… o toda una vida… quien sabe.
Que tengas un gran día
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