Necesitamos expresar las emociones

expresar las emociones

Viajo en tren, es de noche, reflexiono sobre nuestra necesidad de expresar las emociones más a menudo. Nos hace falta.

Acaba en el monitor del vagón una película japonesa “Una pastelería en tokio” (2016). Me gustan las películas japonesas, porque son lentas, tienen ese tipo de lentitud que te obliga a detenerte, o a desistir y a mirar todas las aplicaciones que llevas en tu móvil: Facebook, twitter, Instagram, Outlook, Trello, etc..

Me gustan estas películas. También disfruté mucho de “Despedidas” (2008), y de otras tantas. Muchas películas japonesas son como los libros de Murakami, uno de mis escritores japoneses preferidos. Recrean un ambiente lento y al mismo tiempo cargado de sentimientos, muchas veces escondidos. Los japoneses no son precisamente conocidos por su expresividad.

una pasteleria en tokio emociones

La cuestión es que yo me he permitido parar en este viaje, detenerme a sentir, me hacía falta. Me he detenido a ver unas fotos de mi sobrina, que me ha enviado mi hermano por wasap, a pensar en las personas que más quiero.

Todo lo que importa, y todo lo que te hace ser quien eres es lo que da significado a tu vida, lo que la semana pasada llamé «Lo Esencial».

Somos gracias a los demás, nos hacemos falta los unos a los otros.

Nos hacemos tanta falta que en soledad, percibimos que no existimos.

Las prisas nos impiden sentir, y sin sentir tu vida es un caos. Acabarás dándole cabezazos a una pared con una camisa de fuerza, o lo que es lo mismo, llevando una vida aparentemente normal, pero infeliz. O tomando algún tipo de antidepresivo. Por cierto, su consumo cada día es mayor entre personas que nunca lo tomarían ¿no es un indicador de infelicidad? Me preocupa.

Conozco a muchas personas que lo tienen todo, pero sienten infelicidad. Y conozco a quien sin tener nada es feliz. Qué curiosa es la ciencia de la felicidad, depende de uno.

Eso nos hace maravillosos.

Expresar las emociones

Los sentimientos siempre están, aunque a veces están escondidos, y hay que comprender qué les impide salir a la luz. Hay familias en las que no se habla de sentimientos, en las que no se toca, ni se abraza. A mi me gusta abrazar, y que me abracen. Creo que es tan importante reconocernos humanos, y sensibles.

Volver a nuestra esencia mamífera y hacer gala de ella expresando emociones, reconociéndolas en los demás, siendo más emocionales de vez en cuando.

Me preocupan las personas que no expresan, que no se permiten sentir porque en un momento de sus vidas tuvieron que cerrar la puerta a las emociones, para que no les hicieran daño, para protegerse, para sobrevivir… Quizás todos tenemos un poco de eso, seguramente.

emociones por expresar

Pero no podemos mantener esa máscara, si lo hacemos, la piel pierde brillo, y la mirada acaba mirando al suelo, o al infinito. No es bueno. Acabamos fumando demasiado, comiendo fatal y tomando malas decisiones. La vida no es para eso.

Por eso creo que lo más importante es sentir, hacerse amigos de los sentimientos, los míos, los tuyos, los del otro. Cuando te permites mirar al otro, sientes. Cuando te permites parar, sientes. Y puedes expresar tus emociones, y enriquecer lo que hay.

“Vamos a sentarnos, para sentiros”, me decía Juan Gadea en un programa de Liderazgo. Qué gran frase. Eso, a veces nos hace falta sentarnos más, para sentirnos. Aparcar las prisas.

Cuando corro mucho, tengo la sensación de que el mundo se me queda detrás, de que voy a un ritmo con poca sintonía con todo lo demás. Cuando paro me doy cuenta de esta falta de sintonía, y de que me hace falta detenerme. Parar. Ahora vienen las vacaciones, será genial poder parar durante unas semanas.

Creo que el arte (y el cine es el séptimo arte), nos permite entrar en una dimensión que no visitamos habitualmente. El arte nos permite sentir. Por eso los artistas son necesarios. De lo contrario estaríamos todo el día calculando el ROI de todo lo que hacemos. Yo soy el primero que lo hace.

Hay quien no lo entiende, pero el arte es lo único que no podría sustituir la inteligencia artificial. Todo lo demás es sustituible. Enamorarse, enfadarse, apasionarse, alegrarse, entristecerse, son conceptos que están en otra dimensión, una que las máquinas no entienden. Ya lo decía Béquer en uno de sus míticos poemas “Mientras la ciencia a descubrir no alcance las fuentes de la vida… Y en el mar o en el cielo haya un abismo que al cálculo resista ¡Habrá poesía!”

Pues eso, nos hace falta más poesía, más emoción. Hay directores de empresas y de equipos que parece que vivan en la dimensión de los robots. Se olvidaron de sentir. Hace unas semanas conocí a un director de equipos que parecía no haber sentido nada en la última década. Así era el clima en el equipo, puedes imaginar.

Un artista no entiende de productividad, retorno de la inversión o marketing. El artista siente, y expresa. Y cuando lo hace, también toca los sentimientos de los demás y nos remueve de alguna forma. Van Goch era un artista, expresaba la complejidad de sus sentimientos, su locura, a través de sus obras. No ganaba dinero, pero expresaba, esa era su mejor recompensa.

La última vez que lloré fue hace un mes, en el coche, de camino hacia Alicante, a las 6:30 de la mañana. Una canción de El Cigala tocó una fibra que tenía por ahí escondida. Creo que lo más terapéutico que podemos hacer es dejarnos tocar por el arte de vez en cuando y permitirnos expresar emociones que de otra forma estarían contenidas.

Las canciones te tocan, tienen esa virtud.

No es bueno contener las emociones. Acaba pasando factura.

Te invito a dejarte tocar por ellas, y por el cualquier tipo de arte que te ayude a expresarlas.

A permitir que ese cuadro que miras te transporte a tu infancia.

A escuchar esa canción que te recuerda a tu padre o a tu madre, si ya no están.

A ver esa película que te transporta a otro lugar, que añoras y en el que ahora te gustaría estar.

A escuchar esa música que te sube el estado de ánimo y te hace creer en la vida, y en las personas.

A que broten más a menudo las emociones de tu corazón, y las podamos ver los demás. Eres tan maravilloso/a.

Que tengas un gran día.

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3 comentarios en “Necesitamos expresar las emociones”

  1. Mucha razon Cesar. Los que tenemos un trabajo que nos absorbe y encanta a la vez, es muy facil distanciarte de todo lo demas. No te das cuenta y han padado semanas. Pararse a pensar en lo esencial, a charlar con tu equipo o tu familia desde un punto de vista mas intimo es vital. De lo contrario, todo se queda dentro. Y al final saldra con todas las consecuencias.

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