La actitud se contagia

la actitud se contagia

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¿Has pasado alguna vez un buen rato al lado de una persona negativa?, ¿cómo te sientes cuando trabajas en una empresa en la que la crítica es la principal forma de comunicación? La actitud se contagia de unos a otros, es como un virus…

La actitud: un virus muy contagioso

Sin que sirva de excusa para tener una mala actitud (algunas personas la usan), nuestro entorno nos contagia una forma de estar y sentirnos, y si no estamos alerta, es posible que ese contagio acabe llenando de negatividad cada una de nuestras 50.000.000 millones de células.

Hay personas cuya principal función es lanzar a su entorno quejas, críticas y juicios, personas que sin darse cuenta acaban llenando de negatividad todo su alrededor.

No sé si has estado alguna vez cerca de una persona muy negativa. Aunque llegues «en positivo», acabas contagiándote algo, es sutil, pero acabas también con algunos pensamientos de negatividad. Las personas con una actitud negativa suelen hablar de todo aquello que está fuera de ellos y que no funciona bien, hay tantas cosas…

Eso sí, estas personas nunca verán que su actitud es negativa, la crítica hacia ellos mismos no existe en su mundo. A alguien con una actitud muy negativa le preguntaba hace unos días «¿Qué te gustaría mejorar?» y me respondió «Nada, soy tan feliz». Imagina mi cara de sorpresa. Me faltó decirle: De lo que no te das cuenta es de la infelicidad que se crea a tu alrededor. Supongo que no habría servido de mucho.

Es un tema del que cada vez más las empresas toman nota, haciendo una selección de personal centrada primero en temas actitudinales, y finalmente en cuestiones puramente competenciales. El mensaje es claro: sin la actitud adecuada este no es tu lugar, aunque seas curricularmente excelente y muy habilidoso.

ACTITUD POSITIVA: LA VACUNA

La actitud positiva también se contagia, es sencillo de comprobarlo. Se demuestra que aquellas personas con una actitud más positiva generan en su entorno más positividad. Es también como un virus, pero en este caso en positivo, digamos que es la vacuna contra toda la negatividad que podemos tener.

actitud positiva

Alguien con una actitud positiva no tendrá más remedio que contagiarla, aunque no quiera hacerlo, ya que la actitud es como esa corona invisible que llevan las personas en su cabeza y que ellos mismos nos pueden verse, pero que los demás sí.

El contagio se produce todos los días, desde todos los canales de comunicación que utilizamos. Los medios de comunicación nos contagian una actitud, las personas con las que hablamos nos contagiamos una actitud, este blog mismo tiene la capacidad de contagiarte una actitud.

La actitud se contagia, por eso conviene que te relaciones con personas que te contagiarán algo positivo.

TU ACTITUD ES TUYA (QUE NO TE LA CAMBIEN)

El ser humano es gregario, no puede sino formar parte del grupo, de la tribu, en soledad sentimos que no existimos. En ocasiones, para sintonizar con el grupo del que formamos parte, acabamos copiando una actitud, la actitud que tiene el grupo. La psicología social ha demostrado hace décadas el efecto del grupo sobre nosotros, sobre cómo cada uno de nosotros podría comportarse como un auténtico cretino si estuviera en el lugar equivocado.

Sin embargo, no puedes obviar el hecho de que tú eres el capitan/a del barco, el que lleva el timón, y por lo tanto tienes la capacidad de decidir. Como decía Victor Frankl, al final tú decides con que actitud quieres afrontar algo en tu vida, por doloroso y difícil que sea, hay una parte de ti que es inconquistable como decía el poema «Invictus» citado en la película en la que se cuenta la historia de Mandela en su llegada al poder «Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma».

Es posible que vivas circunstancias difíciles, es posible que te relaciones con personas negativas, es posible que tu pareja, padre o madre sean auténticos cenizos, pero ¿quién decide al final qué actitud tener? eso lo decides tú.

También es cierto que para evitar problemas futuros y que te pillen desprevenido/a, es recomendable saber con quién te relacionas, con quien pasas más tiempo, y qué tipo de conversaciones sacas a la luz. A alguien muy negativo no le hagas ni una sola pregunta, ya que si le dices:

  • ¿Qué tal con el trabajo? te dirá lo mal que lo está haciendo su empresa.
  • ¿Qué tiempo hacía en Madrid? te dirá que hacía demasiado frío y mucho viento.
  • ¿Cómo están tus hijos? Te dirá la cantidad de noches en la que los niños se despiertan.

Lo mejor con estas personas es decir un escueto «Hola» y luego callarse durante un buen rato. Utilizan un truco a veces, te preguntan a ti «¿Cómo te va con el trabajo?» y cuando respondes, entonces aprovechan para decir «Pues yo estoy fatal…» ¡Se las saben todas!

Será muy difícil que estas personas vean el vaso medio lleno, siempre verán todo lo que le falta al vaso para llenarse. Centrándose más en lo que no hay o en lo negativo, que en lo positivo de una situación.

actitud en un grupo

Creo que habría que hacer un centro social de solidaridad con las personas muy negativas o algo así, un lugar al que ir a rehabilitación para que allí se puedan quejar todo lo que quieran, y que cuando salgan de allí, lo hagan algo mejor. Al menos esa negatividad se quedaría en un lugar seguro, no iría proyectada en todos los demás.

A veces no nos damos cuenta, mejor dicho, generalmente no nos damos cuenta. Pero proyectamos negatividad. una negatividad que de una u otra forma nos viene devuelta.

Somos energía, y la energía se contagia, se contagia de unos a otros, es inevitable. Por eso la actitud, que no es más que una energía mental, física y emocional, acaba contagiándose de unos a otros rápidamente. ¿Qué puedes hacer tú por el mundo? dos cosas.

Cambia de actitud para así contagiar más positividad a los que te rodean.

Aléjate de personas muy negativas, o al menos ponte el paraguas antinegatividad.

 

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6 comentarios en “La actitud se contagia”
  1. me hiciste el dia con eso de que hay q crear un centro de rehabilitacion para la negatividad 🤣 moriiii… Tienes toda la razon es que mucha gente no va al psicologo tampoco. Y pues no saben que les pasa. Muy buen articulo.

  2. Aveces creo que lo que falta es aprender a ser mas asertivo. Es algo en el que yo estoy trabajando. Actuar antes de que un malestar crezca más y me vuelva quejosa, agresiva. Ya me ha pasado y no me gusta ser desagradable con los demás pero reprimirse tampoco es la solución.

  3. Excelente Sr César, la verdad es que ese es uno de los malestares que ataca a la sociedad llevándola a la oscuridad, a la queja, a lo rutinario, a ver lo negativo siempre. Y ojalá existiese un centro de rehabilitación….

    Saludos….

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