Comunicación

La técnica más fácil para evitar el conflicto en el trabajo

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    Los conflictos en el trabajo se generan solos, no hace falta hacer mucho esfuerzo. El problema es que algunas personas los generan demasiado rápido y no paran de entrar en conflicto con los demás. Además de que a estas personas no les iría mal trabajar un poco las competencias de la inteligencia emocional, hoy me gustaría hablarte de una técnica para evitar el conflicto.

    Está relacionada con el uso del email del que ya he hablado otras veces. Es obvio que el correo electrónico nos resulta cómodo, fácil de utilizar y sencillo para responder a cualquier email que nos llega…..¿cualquier email????? Nop. El email es el mayor generador de conflictos que conozco en las empresas y con los clientes.

    La técnica más fácil para evitar el conflicto

    El problema con el mal uso del email no es en uso habitual, de hecho la mayoría de emails que recibimos se pueden responder con otro email, pero para el resto de emails si los respondes con un email entrarás en un conflicto (y lo sabes porque te ha pasado).

    El email es una forma pésima de:

    • Responder a una duda que no entiendes del todo (porque acabas dando una solución a un problema por la que no se te ha preguntado).
    • De cerrar una venta con un cliente. Porque lo que toca en estos casos es llamarle (para eso escribí este artículo)
    • Resolver un conflicto. Porque lo harás más grande.
    • De expresar emociones. Porque las emociones no se escriben. Y aunque te manejes muy bien con los emoticonos, un emoticono sonriente después de un comentario que no ha gustado puede sonar irónico al que lo lee.

    La técnica innovadora se llama coger el teléfono y marcar el número de la persona que te ha enviado un email, es la mejor manera de evitar el conflicto.

    Como estamos acostumbrados a estar en casa con el mando a distancia de la tele, el aire acondicionado, etcétera, nos creemos que en las empresas se funciona igual: tecleo estas palabrillas y asunto solucionado.

    Antes de contestar un email piénsatelo dos veces, descuelga el teléfono, muestra que estas ahí. Incluso ante un conflicto muy fuerte que te llega por email nunca (nunca!!!!) entres al trapo. Descuelga el teléfono, llama:

    • María, como no entendía del todo lo que necesitabas he preferido llamarte.
    • Marta, ¿Qué ha ocurrido?
    • Luís, acabo de recibir tu email y me he quedado de piedra.
    • Pedro, he visto tu email, por favor, ¿me podrías explicar un poco mejor lo que ha pasado?
    • Laura, soy César, te llamo porque un tema tan importante es mejor que lo hablemos por teléfono.

    En fin, espero que esta técnica (innovadora, jeje) te ayude a no meterte en ciertos jardines.

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