Índice [Ocultar]
Buenos días ¿Cómo estás? Ya estamos a viernes, y espero que todavía te encuentres con ganas y puedas enfocar tu energía para sacar el máximo partido de las próximas horas. Yo trabajaré las próximas 8 horas non-stop de 7 a 3 y luego, inusualmente, me tomaré la tarde libre. Ya tenía muchas ganas de tener un viernes por la tarde de este tipo, últimamente me he centrado con mucha intensidad en hacer jornadas maratonianas de 12 horas y me vendrá bien algo de deporte y descanso. Este verano leí un libro que contenía un dibujo, y ese dibujo me cambió la vida, te lo cuento…
Seguro alguna vez has leído algún libro que te ha parecido extraordinario, o has leído alguna frase de esas que te ha hecho ver las cosas desde un nuevo punto de vista. Seguramente todos hemos vivido este tipo de momentos de revelación. Yo en este caso, lo que hice fue leer un libro y ver en este libro un dibujo.
Enfocar tu energía para lograr tus metas
Como sabes, uno de mis principales temas personales y sobre los que más escribo es la productividad y gestión del tiempo (aquí tienes 79 artículos sobre ello). Veo tantas oportunidades de negocio ahí fuera y tanto por hacer, que nunca hay suficiente tiempo en mi agenda, no llego a todo. Me harían falta un par de vidas más para satisfacer un poco mis expectativas. Pero me temo que esto… no va a poder ser.
Lo cierto, es que en cada momento nacen nuevas ideas, me proponen nuevas cosas, podría ganarme la vida de mil formas distintas y seguiría disfrutando. Sé que tendría éxito creando una cadena de restaurantes, consiguiendo financiación para crear la mejor empresa de gamificación, haciendo que Excélitas Global fuera más grande y tuviera un gran grupo de consultores especializados, y mucho más. Pero no me apetece. Sé que tendría éxito en esto, pero mi energía decido ponerla en una estrategia de negocio distinta. Me parece tan fundamental enfocar mi energía en algo relevante, que no quiero desperdiciar mi tiempo.
Muchas personas alcanzan lo que creían que era «el éxito» y estando allí se dan cuenta que viven peor de lo que antes estaban.
A estas alturas estarás diciendo, César «¿Dónde está el dichoso dibujo?» Bueno, pues aquí lo tienes. Me gustaría que lo analizaras durante un minuto, y luego hablamos.
Como puedes ver nos habla del enfoque, de la dispersión de energía, de saber dónde aportamos más valor.
Conozco miles de profesionales y empresas que están corriendo en su particular rueda del hámster sin obtener grandes resultados a cambio.
La dispersión es uno de los principales errores profesionales de muchas empresas.
Cuando una empresa dispersa demasiado sus fuerzas, acaba por hacer un trabajo mediocre. Al igual nos ocurre a las personas. Todo se reduce a tu capacidad de síntesis, a tu convencimiento por mantener el rumbo.
Un barco no puede ir en cinco direcciones distintas al mismo tiempo, va contra la física.
Cuando una empresa, en lugar de externalizar una parte del modelo de negocio que no aporta valor alguno, decide hacerlo con recursos propios, está de nuevo desperdiciando su energía y tirando su know-how a la papelera. Esta podría ser una de las razones de su futura desaparición.
Enfocar tu energía se ha convertido en tema muy estratégico para cualquiera que quiera llegar a buen puerto.
La sociedad nos pide especialización, ser muy buenos, ser los únicos extraordinarios. Si mis amigos de PC Componentes vendieran además de la mejor tecnología incienso y velas como Amazon, no serían el quinto portal de venta online de España, ni habrían sido la mejor tienda online española en el 2015. Su especialización les hace fuertes.
Los que me conocen de cerca saben que uno de mis últimos objetivos tenía que ver con escribir una novela que no tuviera nada que ver con la empresa ni el desarrollo profesional. Lo he desestimado. Me he dado cuenta de que no suma, de que no aporta foco, ya tendré tiempo para esto de aquí a un par de décadas.
Cuando sé que estoy haciendo un buen trabajo es cuando más veces digo que no a proyectos que aparecen ante mis ojos, ante mis propias ideas. Prefiero compartirlas con los demás, por si le pueden servir a alguien, antes que dispersar mi energía en ellas.
Este es el principal motivo por la que mi vida tiene más que ver con decir que NO a muchas cosas, que con decir SÍ. Es cierto, el SÍ tiene mejor fama. Pero lo que te ayudará a conseguir objetivos es el arte de enfocar tu energía, de no dispersarte, de caminar a paso firme hacia tu meta.
¿Estás caminando con paso firme hacia tus metas?
¿A cuántas cosas no estás sabiendo decir que NO?
De todo lo que haces, ¿qué cosas no aportan valor?
Tu energía se dispersa, y puede que no llegues a ninguna parte. Quizás lo sientas así, quizás sientas que a tus 30, 40, 50 años, todavía andes flotando en las tranquilas aguas de un pantano, sin movimiento, en lugar de iniciar ese viaje maravilloso, siendo transportado por la corriente de un río con una energía desbordante hacia lugares extraordinarios.
Dice el título de un libro de Barry Stevens «No empujes el río porque fluye sólo», no podría estar más de acuerdo. Quizás lo único que importe es si has encontrado ya el río o si todavía estás chapoteando en el lago.
El mundo te espera, tus objetivos te esperan, el éxito te espera ¿Dónde vas a poner tu energía?
PD: Si te preguntas cuál es el libro en el que encontré esta imagen fue en Esencialismo de Greg Mckeown, espero que lo puedas leer.
Que tengas un gran día.
SUSCRÍBETE A MI NEWSLETTER
y recibe nuevas herramientas y recursos