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Los que seáis aficionados al tenis, sabeis que hay un síndrome muy curioso en los tenistas. Este síndrome se da principalmente cuando están a punto de conseguir la victoria. No sé si tiene algún nombre en concreto, pero yo le llamo el síndrome del brazo que se encoje. En nuestra vida profesional ese síndrome lo veo aparecer todos los días. Todos tenemos algo de miedo al éxito…
Si en un partido vas 2 sets a 1 y estás a punto de conseguir el tercer set que te dará la victoria, los momentos más difíciles del partido serán aquellos que vivas en ese tercer set:
- Por un lado, tú estás a punto de conseguir la victoria y eso supone un plus de responsabilidad.
- Por el otro, tu adversario no tiene nada que perder, sabe que si quiere ganar tiene que darlo todo.
Los que no somos ni tan siquiera mediocres jugando al tenis tenemos ese síndrome cada vez que jugamos, nuestro miedo a fallar es más grande que nuestra sed de victoria. Al final el subconsciente hace que estés todo el partido sin estirar como es debido el brazo que golpea la bola.
El miedo al éxito tan común en nuestros días
El miedo a ganar es también el que hace que tu brazo se encoja, pero no en el tenis, en la vida en general. Sabes que ganar implica responsabilidad, sabes que lograr lo que te propusiste añade un plus de trabajo, continuidad e incomodidad, la incomodidad que da la victoria.
Ganar es incómodo, te pone en el punto de mira. Las derrotas duelen mucho más cuando se espera de ti la victoria.
Los tenistas profesionales trabajan mucho este miedo con sus coaches y entrenadores. Este miedo les hace fallar constantemente, sus golpes son más débiles, más dubitativos, y su adversario lo nota…
Todos tenemos un poco de miedo a hacer las cosas bien, a que todo salga perfecto. Vivimos con un inconsciente miedo a triunfar que nos hace vivir la vida encogidos…
- Sin querer llamar la atención…
- Sin querer sobresalir…
- Sin querer liderar…
Quizás por este motivo hay tan pocos tenistas que estén ahí arriba, sólo unos pocos saben superar su miedo al éxito.
Las derrotas también juegan un papel importante en nosotros, especialmente en forma de huella psicológica. Si durante tres años has ganado partidos como un bellaco, y empiezas una mala racha, cada vez que juegues tu subconsciente te recordará que podrías perder, que estás en una mala etapa. Y volverás a caer…
¿Qué derrotas has vivido?, ¿En qué medida te han marcado y hoy suponen un freno en tu vida personal o profesional?
Dice nuestro admirado Nadal que los grandes partidos no se ganan por una cuestión de mejor estado de forma, sino por un plus psicológico.
Me pregunto si te estás preparando para tener ese plus psicológico. Si asumes que podrías ganar. Si te ves a ti mismo levantando la copa de la victoria. Si no es así, no ganarás…
La vida sólo se vive hacia adelante, y no te puedes quedar parado/a. Llega un momento en el que sobresalir es lo que tienes que hacer. Ganar el partido, no permitir que tu brazo se encoja.
Que tengas un gran día.
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