Índice [Ocultar]
La vida no siempre es tan maravillosa como deseamos y algunas veces no encontramos los resultados que queremos. Después de algunos años de tribulaciones con la vida he descubierto un par de formas de actuar que me funcionan bastante bien y quería compartirlas contigo.
¡Buenos días! ¿Cómo estás? Por aquí todo muy bien; Noa y Belén durmiendo y yo trabajando desde las 5 de la mañana, hoy me tocaba dar un pequeño empujón a mi productividad. Pese a que sólo hace 10 días que Noa está con nosotros, Belén y yo estamos muy felices por la forma en la que estamos llevando las noches y el sueño. Unas cuestan más que otras, pero de momento la evolución es muy favorable.
Bueno, a lo que iba. Quería hablarte sobre dos formas de actuar ante la vida que te pueden ser de ayuda:
La primera tiene que ver con cambiar la realidad. He sido bastante inconformista en los últimos 20 años y cuando algo no me ha gustado simplemente lo he cambiado (algunas cosas han costado más que otras), cuando he visto que podía hacer algo por mejorar mi realidad me he lanzado a por ello.
Tenemos que actuar más a menudo con la creencia de que es mucho mejor pedir perdón que pedir permiso.
Pienso que todos podemos desarrollar ese músculo de la proactividad, de no conformarnos con lo que nos viene dado, sino buscar nuevas y mejores condiciones que hagan de nuestra vida una experiencia maravillosa. Te invito a hacerlo, no te conformes con lo que hay, puedes cambiarlo.
La segunda tiene que ver con aceptar que no puedo cambiarlo todo. Sin embargo, hay cosas con las que he decidido no pelearme, no luchar contra ellas para cambiarlas, no esforzarme lo más mínimo, pues sería un gasto de energía demasiado grande. En estas ocasiones lo que hago es un ejercicio de aceptación, de dejar ir…
Son unas cuantas las cosas de nuestras vidas que no nos acaban de gustar al 100%, pero que tampoco querríamos cambiar porque están bien como están. En estos casos la estrategia es la aceptación.
Muchas personas se pelean con su realidad cada día, reaccionan a ella y acaban por hacer de su vida un completo desastre. No es inteligente.
Cambia todo aquello que puedas cambiar y acepta todo aquello que no puedas cambiar. La clave reside en saber cómo diferenciar unas cosas de las otras. No hay truco, sólo el tiempo y la experiencia te acaban enseñando.
Que tengas un gran día.
SUSCRÍBETE A MI NEWSLETTER
y recibe nuevas herramientas y recursos