Cómo dejar de poner excusas y empezar a dirigir tu vida

Somos especialistas en justificarnos, en encontrar razones para demostrarnos a nosotros mismos que no hemos podido conseguir nuestras metas y objetivos. La cuestión principal radica en una falta de compromiso con uno mismo, en una falta de energía para actuar, en falta de disciplina y determinación. Y cuando uno no se encuentra suficientemente comprometido, su subconsciente acabará inventando mil y una formas de justificar la falta de compromiso.

Dejar de poner excusas

Es habitual que echemos la culpa de no conseguir nuestros objetivos a distintas causas, todas externas a nosotros. De esta forma, nos quedaremos con la sensación de haber hecho todo lo posible, aunque no hayamos podido conseguir lo que queríamos ¿te suena este comportamiento? Acto seguido aparece en ti una actitud de victimismo, te sientes víctima de tus circunstancias. Hasta que no aprendamos a dejar de poner excusas, no nos apropiaremos de nuestros propios éxitos o fracasos.

Si hablas con cualquier persona sobre las distintas causas por las cuales no ha podido conseguir aquello que anhela, encontrarás de todo:

• Los hijos. Escucharás aquello de… «una vez que tienes hijos…»
• El trabajo. Te dirán aquello de… «El trabajo no me deja tiempo para nada»
• Estar demasiado cansados… «Cuando llego a casa estoy tan agotado/a que…»
• Ser demasiado mayores… «Cuando tenía veinte años lo podía haber hecho, pero a medida que pasas los cuarenta todo empieza a ser diferente…»
• Tener demasiadas responsabilidades… Tener demasiados pagos que realizar…Tener tanto a tu alrededor que no tienes tiempo para lo importante.

Incluso uno acaba casi convencido, parece que el tiempo no juega a nuestro favor cuando se trata de nuestra propia felicidad. Es como si encontraramos en el paso del tiempo las excusas perfectas para explicar nuestra falta de determinación. Lamentable ¿no te parece?

«Solo tienes una vida ¿vas a tomar ya el timón o dejarás que lo hagan otros?»

Tu subconsciente es un fabricante perfecto de excusas que te ayudan a impedir conseguir tus objetivos. Una vez que piensas de una determinada forma, empezarás a fabricar una gran cantidad de justificaciones para así sentirte seguro y feliz con la decisión que has tomado. Así somos. Lo que es clave aquí es saber qué actitud estás teniendo y si esta te ayuda o no con la consecución de tus objetivos.

Evitas tomar la responsabilidad y comprometerte contigo mismo/a os y hasta que no dejes de hacerlo, tu felicidad se verá postergada a un mañana, estará hipotéticamente en las manos de otros. La buena noticia es que la pelota está en tu tejado, de ti depende mover ficha.

Mientras que pongas esas excusas, o mientras que sigas autojustificándote, seguirá creciendo tu autosabotaje.

«Al final uno se miente tanto a sí mismo que acaba creyendo sus propias mentiras»

El camino hacia la felicidad es un camino en el que no se puede ser víctima, sino que se tiene que ser protagonista… ¿Estás preparado/a?

Si este tema te parece interesante, puedes seguir leyendo en «Evitando el autosabotaje» lo escribí con la sana intención de tener mejores resultados  y de ayudar a otros a hacer lo mismo.