El objetivo es crear equipos autónomos

En los líderes y personas que dirigen departamentos o equipos relevantes existe cada vez más tensión, más tareas acumuladas y mucho trabajo por hacer. Aunque esto parezca algo normal y habitual, no lo es tanto. Cuando ocurre (al 75% de líderes que conozco les ocurre), es porque no hemos sabido crear equipos autónomos, pagando muy caras las consecuencias.

La autonomía de las personas de un equipo no es fácil de conseguir, existe más de una razón objetiva por la cual un equipo no es autónomo y, por lo tanto, el líder acaba sobresaturado y fallando de alguna forma.

La primera razón que encuentro para esa falta de autonomía en el equipo tiene que ver con la selección de las personas. Reconozcámoslo, hay personas a las que les gusta buscarse la vida para conseguir algo, y otras que necesitan que se lo den todo hecho. Las primeras nunca se quedarán bloqueadas cuando algo no tiene solución aparente, las segundas se bloquearán un día sí y otro también. En la selección de personas tenemos que invertir un poco más de tiempo en encontrar ese gen de la proactividad tan necesario para un buen desempeño.

Además, incluso estando las personas adecuadas en un equipo, muchas veces es el líder quien no permite la autonomía de los demás, queriendo estar demasiado encima de todo, sin dar lugar a que exista empoderamiento, creatividad y motivación intrínseca. En estos casos el líder acaba saturadísimo/a y el equipo mirando la pantalla del ordenador buscando algo interesante que hacer.

Un modelo bastante efectivo para lograr mejorar esta disfución de un equipo tiene que ver el estilo líder-coach. Un líder-coach es un líder que ha dejado atrás la utilización masiva de otros estilos de liderazgo, y que se centra en el desarrollo de su equipo para la consecución de resultados. El líder-coach sabe que si invierte más tiempo en el desarrollo conseguirá personas con más autonomía.

De alguna forma su máxima es «Consigo los resultados gracias al equipo. Si no hemos conseguido resultados es porque las personas no se sentían capaces, no tenían las herramientas o no estaban implicadas. Tengo que buscar la forma de lograrlo».

El líder coach no empuja la tarea, empodera al equipo para que éste lo haga. De ahí su efectividad en el largo plazo y de ahí que la mayor parte de empresas de relevancia estén formando a sus líderes en este modelo.

Como decía en este artículo «la misión de un líder es ser prescindible», y en los tiempos que corren estarás de acuerdo conmigo que, o conseguimos equipos más autónomos o estaremos perdiendo demasiadas oportunidades.

El próximo día 4 de Octubre estaré en Valencia realizando el programa «Cómo ser un líder-coach» (más información aquí), un programa práctico, con herramientas y amplitud de conocimientos, que explica al detalle el modelo de líder-coach en el que ya he formado a algunas de las mejores empresas de este país. Quizás te interese asistir.

Que tengas un gran día.