Cómo ser asertivo y no morir en el intento

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En nuestro día a día nos encontramos con múltiples demandas del exterior, de los demás, de nuestros compañeros, familiares y amigos. No vivimos aislados, somos seres relacionales y por lo tanto necesitamos unos de otros, sin embargo en ocasiones no sabemos como poner límites a las peticiones de los demás, no sabemos como decir «no», no sabemos cómo expresar nuestros sentimientos de enfado o rabia. Esto hace que dentro de nosotros exista un cocktail muy diverso de emociones como la culpa, la rabia, el resentimiento, la tristeza y otras. Ser asertivo no es fácil…

Cómo ser asertivo y no morir en el intento

La asertividad es la clave, ser asertivo / a no es fácil, sin embargo puede cambiar tu vida, mejorar tus relaciones (aunque puede empeorar otras), hacer que tengas más coherencia e integridad en tu vida, tener la sensación de que eres tú quien maneja el timón, en este post espero que descubras cómo poder hacerlo.

Qué es la asertividad

La asertividad es la otra cara de la moneda de la empatía. La persona empática se pone en tu lugar, te comprende y entiende perfectamente, puede llegar a tener sentimientos similares a los tuyos. El límite de la empatía sería la confluencia, un estado en el cual nos fundimos en el otro, llegamos a querer comprenderlo tanto que no sabemos del todo quienes somos nosotros, nuestros sentimientos se confunden.

La asertividad no tiene mucho que ver con la empatía, es casi su contraria. En la asertividad el protagonista soy yo, expreso mis sentimientos, pongo límites, defiendo mis intereses. Ser asertivo implica como puedes adivinar seguridad en uno mismo, ya que no es fácil. Sin embargo sí diré que es sano, muy sano.

Ser asertivo no es algo que vayas a conseguir de un día para otro, yo llevo tiempo en ello (y mira que me cuesta), ya que la tendencia natural de muchos de nosotros es complacer al otro, algo que viene muy bien para iniciar relaciones, para llevarte bien con ellas. Pero en ocasiones te dejas de llevar bien contigo mismo/a porque has querido complacer demasiado a los demás.

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¿Porqué cuesta tanto ser asertivo?

El ser humano es relacional, no entendemos la vida sin verla en relación a otras personas, familia, amigos, compañeros, clientes… Son esas personas las que dan sentido a nuestra existencia, forman parte de nuestro día a día, somos seres interdependientes. Ser asertivo con una persona que no conoces es relativamente fácil, pero cuando tenemos que poner límites a las personas que queremos y forman parte de nuestro círculo de confianza la cosa se complica un poco más (jeje, con lo del círculo de confianza no he podido evitar acordarme de Robert de Niro en esta película).

Nos cuesta ser asertivos porque al serlo mostramos nuestra individualidad, nos afirmamos en algo, y en esa afirmación creemos que existe el riesgo de alejarnos, o de perder la relación.

Esto de la asertividad ¿me suena un poco violento?

Es habitual que muchas personas consideren la asertividad algo típico de las personas que van a la suya, o que no se preocupan por los sentimientos de los demás. En realidad no es del todo así. La persona asertiva está pendiente de sus propias necesidades y las expresa, pone los límites que considera oportunos. Para ser empáticos ya tenemos el resto del día. La asertividad se muestra cuando crees que algo está sobrepasando algún tipo de límite, no es momento para ponerse muy condescendientes.

Sin embargo es normal que muchas personas no se sepan llevar bien con la asertividad porque la confunden con la agresividad. No saben ser asertivos y cuando lo quieren ser en realidad son agresivos (con la actitud, las palabras o el lenguaje no-verbal), por eso la asertividad tiene mala fama en ocasiones, porque se ha confundido. La persona asertiva no sufre un secuestro amigdalino, sino que se muestra segura de sí misma.

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Cuando hablamos de un comportamiento agresivo, no solo nos referimos a agresión física, por lo general nos referimos a comportamientos que violan los derechos de los demás, un comportamiento agresivo se puede demostrar de forma verbal o no-verbal, con un lenguaje corporal agresivo. Cuando nos comportamos de esta forma no consideramos las necesidades de los demás y pensamos de nosotros mismos de una forma muy egocéntrica. Cuando nos comportamos de forma agresiva pensamos que nosotros tenemos la razón y el resto del mundo está equivocado.

Algunos de nosotros podemos tender a actuar de forma agresiva, hiriendo los sentimientos de los demás por nuestro propio interés. Puedes diferenciar este comportamiento cuando:

  • Discutes constantemente con los demás
  • Te quejas demasiado a menudo
  • Solo ves una forma de resolver los problemas
  • Esperas que los demás siempre tengan tiempo para tus peticiones
  • Tienes fuertes puntos de vista sobre cualquier tema
  • Encuentras siempre fallos en los demás
  • No eres capaz de reconocer los sentimientos en los demás
  • Compites constantemente con los demás y te enfadas si pierdes

Sin embargo, el otro camino que a veces uno toma para no ser asertivo es la pasividad. Cuando no nos atrevemos a ser asertivos, optamos por una solución pasiva. Veamos un ejemplo fácil de cada una de estas tres situaciones:

«¿Quedamos el sábado para comer los cuatro juntos?»

-Agresiva. Ni lo sueñes, con lo pesados que sois.

-Asertiva. No me apetece Juan, gracias.

-Pasiva 1. El sábado no podré, lo siento (cuando sí que puedes)

-Pasiva 2. ¿El sábado?, vale (cuando en realidad no te apetece)

-Pasiva 3. Lo voy a consultar con mi pareja y te digo algo (cuando en realidad ya sabes que a ninguno de los dos os apetece)

Un comportamiento pasivo se caracteriza por:

  • Te cuesta expresar tus deseos o sentimientos.
  • Te sientes utilizado por los demás.
  • No haces nada sobre algo mientras que los demás se aprovechan.
  • Cuando un producto o servicio no te satisface, no expresas tu disconformidad.
  • Cuando alguien te pide tu tiempo o recursos y aunque sientes que no quieres acabas cediendo.
  • Actúas como la mayoría por no ser diferente.
  • Te comprometes a mantener siempre la armonía.
  • Actúas de forma pasiva ante la agresividad.
  • Prefieres mantener tus puntos de vista en privado.

Normalmente las razones para comportamientos pasivos son:

  • Miedo a enfadar a los demás
  • Miedo a ser rechazado
  • Sentimientos de responsabilidad hacia los demás

No es fácil elegir entre uno de estos tres caminos, por eso la asertividad es una carrera de fondo.

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¿Cuándo ser asertivo?

Sabemos que alguien está siendo asertivo cuando es capaz de decir su visión sobre las cosas o expresar sus sentimientos de una forma respetuosa con los demás. Una persona asertiva será directa y honesta hablando con sinceridad para disfrutar sus derechos y al mismo tiempo asumiendo las responsabilidades derivadas de sus derechos. Ser asertivo es ideal cuando:

  • Sientas que no estás siendo considerado por los demás.
  • Te sientas herido.
  • Cuando quieras expresar algún sentimiento.
  • Cuando necesites algo.
  • Cuando veas injusticias.
  • Cuando quieres decir algo difícil de decir a alguien.
  • Cuando estás enfadado.
  • Cuando sientas que tus valores y derechos no se tienen en cuenta.

¿Cuáles son los derechos asertivos?

Las personas tenemos derechos y consideramos que con ellos podemos disfrutar de nuestras libertades individuales por vivir en sociedades democráticas. Honrar a estos derechos nos hace sentirnos con la motivación suficiente para aprovechar al máximo nuestras capacidades para el beneficio de nosotros mismos y de la sociedad a la que pertenecemos. Estos son algunos de ellos,

  • Ser tratado con respeto.
  • Expresar opiniones, sentimientos y emociones.
  • Fijarnos metas y objetivos.
  • Decir “No”.
  • Cometer errores.
  • Ser jueces de nuestro propio comportamiento.
  • Obtener aquello por lo que hemos pagado, producto o servicio.
  • Cambiar nuestra forma de ver un tema o opinión.
  • Decidir hasta que punto queremos involucrarnos en algo.
  • Establecer tus límites y expectativas.
  • Expresar tu punto de vista sin necesidad de que sea lógico o racional.
  • Tomar tus propias decisiones.
  • Disfrutar del tiempo libre independientemente de lo que hagan los demás.
  • Involucrarnos en los problemas de otros hasta el punto que deseemos.
  • No comprender algo.
  • Derecho a tener éxito y triunfar en algo (¡y a fracasar!).
  • Decir “no lo sé”.
  • Preguntar por una explicación cuando no sabemos algo.

¿Y las responsabilidades?

No sólo tenemos derechos, sino también responsabilidades, que significa hacerse cargo de las acciones de uno y sus decisiones, recuerda que la palabra RESPONSABILIDAD contiene RESPONS – HABILIDAD, la habilidad de responder, de dar respuesta. Exactamente como tenemos derechos, también los tienen los demás y tal y como queremos que se respeten nuestros derechos, también debemos de respetar los de los demás. Nada se nos da sin algo a cambio y el precio de tener derechos es asumir también que los demás los tienen y por lo tanto es nuestra “responsabilidad” respetarlos.

De forma por ejemplo que si tienes el derecho de pedir aquello que quieres, también tienes la responsabilidad de aceptar que alguien te diga “no” a tu petición, ¿Por qué?, muy simple porque tú también tienes el derecho de decir “no” a las peticiones de los demás.

Por lo tanto derechos y responsabilidades son complementarios. Estas son algunas de las responsabilidades que todos tenemos:

  • Tratar con respeto
  • Escuchar las opiniones de los demás.
  • Permitir que los demás tengan sus objetivos y metas
  • Aceptar un NO por respuesta
  • Aceptar los errores de los demás, los triunfos y fracasos
  • Dar el mejor servicio y producto que pueda
  • Aceptar cuando los demás cambian de opinión

En fin, como decía esto de la asertividad es una carrera de fondo. En cualquier caso, la próxima vez que…

  • Tengas algo que decir, hazlo.
  • Tengas algo que expresar, hazlo.
  • Que tengas que decir «no», hazlo.

Recuerda llenar primero tu copa, y después la de los demás. La mayoría de nuestros problemas vienen por no tenernos suficientemente en cuenta a nosotros mismos. Cuando eres asertivo, me invitas a respetarte, y también me enseñas a serlo a mi. Y respetándonos es más fácil que podamos trabajar, convivir o caminar juntos.

Que tengas un gran día.

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Keep walking.

 

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10 comentarios en “Cómo ser asertivo y no morir en el intento”
  1. Hola Paco…..gracias por compartir tu articulo……..Hay que aprender a ser asertivos y eso es importante aprender ……han habido muchas situaciones difíciles de asumir para mi……mas que nada en el entorno familiar……me dicen que soy agresiva porque digo lo que pienso……pero eso ha sido para mi frenar situaciones de falta de respeto,falta de compromiso….y esto para mi a sido una forma de defenderme……no sabia sobre la asertividad…….porque entran en juego muchas emociones y situaciones que no sabemos como manejarlas……….por eso uno cada día tiene que aprender …que hay otras formas de hacerlas de una mejor manera…………….hay que aprender a quererse uno…….. para que no haya abusos de parte de la gente……un abrazo……..

  2. hola paco, estoy en todo de acuerdo contigo sobre las referencias que nos has dado en asertividad… pero me ha hecho sonrreir un poquito en llenarte tu primero tu copa, yo ago lo contrario la ultima copa que lleno es la mia como en otras muchas cosas mas de la vida… y con esto les demuestro educacion y respeto…pero esto no quiere decir que en las de mas cosas de otros temas no me comporte lo mas asertivamente posible…me gustaria que me dieses tu opinion personal.un gran saludo

  3. Siempre me ha parecido muy interesante e imprescindible la asertividad pero para mi muy dificil de lograr. Nuestra cultura occidental nos ha educado y sobre todo a las mujeres a complacer y anteponer los intereses de los demás a los nuestros y esto no es muy salubre a largo plazo. Hay que aprender a cambiar. Muchas gracias

  4. Hola Cesar, ser asertivo es muy complicado y difícil, según Miguel Ruiz en su obra los cuatro acuerdos, de pequeños sufrimos la domesticación y estoy totalmente de acuerdo con él, y si luego aplicamos la máxima de Covey sobre la siembra y la cosecha del hábito y carácter , resulta que en mucha ocasiones ser asertivo es enfrentarte contigo mismo. Seguiremos intentándolo. Un saludo.

  5. Pingback: Twitter nola erabili 2. zatia: Gakoa harremanak egitea da | MUNDUARI SO

  6. Cuando engendramos violencia hacia nosotros mismos, no somos ni empáticos ni asertivos; y eso lo hacemos al negarnos u obviar lo que sentimos ante una situación, persona, comentario etc.
    Engendramos violencia en el otro cuando … tal vez siendo asertivos lo hacemos sin ejercitar la empatía en el otro y por tanto reconocer y aceptar que también tiene sentimientos y necesidades.
    He trabajado muchos años este tema a nivel personal, de hecho imparto talleres de cómo construir relaciones auténticas, pues me ha costado mucho ser empática y asertiva y no puedo decir que esto lo consiga al 100% pero sí puedo decir que tengo la conciencia «muy despierta¡» y lo que he experimentado es que hay una base muy sutil y a la vez sencilla que pasa desapercibida. Una BASE y por tanto vital para que cuando estemos dando empatía (al otro o a nosotros ) se reciba como tal. Es el primer paso de una metodología de Comunicación No violenta de MArshall B. Rosenberg y es Observar sin evaluar, ni criticar, ni juzgar…
    Me gustó mucho el post Cesar ¡!enhorabuena! y que pases un buen día

    1. Buenos días Carmen! Gracias por enriquecer tanto este artículo con tus comentarios. Coincido en Marshall B.Rosenberg como exponente en este campo. Llevo un audiolibro suyo en el coche que lo escucho siempre que puedo.
      Gracias por tu feedback Carmen y espero que sigas desarrollando y profundizando en este campo, comparte en este blog siempre que quieras.
      Un fuerte abrazo.

  7. Miguel Ángel García

    Un post denso y con más de 1.000 palabras (no por ello menos interesante). La asertividad no está bien entendida pues muchas veces se confunde. La falta de seguridad en uno mismo la suele aparcar ya que en muchas ocasiones no aprendemos «a decir No» y como comentas cuando hay que llenar las copas de vino, empecemos por la nuestra. Un saludo. Siempre aprendiendo.

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