Cómo he llegado hasta aquí

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Juan Toro me pedía en un comentario que contara como llegué hasta aquí. Lo apunté en mi lista de cosas por escribir, y hoy que escribo desde un avión, te cuento mi pequeña historia profesional hasta 2007, año en el que cree mi propia empresa. Juan, con permiso.

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Mi carrera profesional de inicio es técnica. Mi padre murió muy joven, cuando yo tenía menos de 3 años, pero en algún lugar encontramos unos libros sobre electrónica, un tema que al parecer él estudió en algún momento, aunque era ebanista y tenía un taller de carpintería. Mi hermano estudió electrónica, luego más tarde dejó los estudios para emprender por su cuenta. Yo estudié electrónica al acabar la EGB (los cinco años de formación profesional que se hacían entonces), de ahí pasé a realizar una Ingeniería en Electrónica Industrial.

Después de la carrera universitaria empecé a trabajar como ingeniero, dirigiendo proyectos y equipos, en empresas del sector automoción, proveedores de Ford por ejemplo que diseñaban todos los automatismos, robots, líneas automáticas que puedes encontrar en una factoría de automóviles.

Seguidamente me fui de esta empresa, para ir a otra con menos presión en periodos vacacionales, ya que los proveedores que modifican las instalaciones de factorías como las de Ford, hacen el trabajo duro en épocas en las que la línea está parada, Agosto en verano y Navidad.

Estuve algunos años dirigiendo equipos de producción formados por ingenieros, encargados, oficiales y operarios. Hacíamos instalaciones de todo tipo en construcciones nuevas de pública concurrencia (ayuntamientos, institutos, etc…) De ahí que todo lo relativo a aire acondicionado, ventilación, voz y datos, instalaciones contra incendios, CCTV, intrusión, eléctricas de baja y media tensión, sean campos que conozco bastante bien.

El dueño de esta empresa tenía un carácter difícil de comprender, y aunque tenía muchas ventajas dirigir la producción de una pyme de unos 120 empleados, también tenía dificultades lidiar con esta persona.

En el 2004 decidí hacer un Executive MBA en una escuela de negocios, allí no sólo conocí a quien es mi mejor amigo, sino que también pude ver formas distintas de liderar personas o de gestionar empresas muy distintas a las que tenía preconcebidas. De alguna forma, una cartel con luz se encendió dentro de mi y ponía “otra empresa es posible”. Esto desencadenó una cadena de acontecimientos, lecturas de muchos libros, terapia personal, y alguna que otra crisis personal.

La cuestión es que vivíamos finales del 2005, y España, como sabes, iba de cine en todo lo que al sector de la construcción se refiere. Eso hacía que nosotros fuéramos por encima de nuestras posibilidades de contratación de obras, empleados, facturación, etcétera. Esto mezclado con un liderazgo excéntrico era un cocktail para la salud muy peligroso.

Veía algo que no me parecía muy normal. El crecimiento tan desorbitado de la economía y tanta irracionalidad cometida por administraciones públicas y empresas, me hacían pensar que pronto se acabaría tanto optimismo. Intuí que si la economía daba un giro importante, la mayoría de puestos de trabajo del sector de la construcción estarían amenazados, entre ellos el mío.

Ante este liderazgo en la empresa y con el futuro que empezaba a vislumbrar, empecé a despertarme con palpitaciones a media noche, a tener cosquilleos en el brazo izquierdo, y a vivir una sensación de ansiedad que no tenía previamente. Fui al médico a que revisara mi corazón y también consulté a un buen amigo que había sufrido un infarto y me dijo “Tranquilo César, si no tienes ganas de vomitar, no es un infarto”.

Así es que me quedé más tranquilo, hasta que en la Navidad del 2005, estando de vacaciones y compras en el Corte Inglés de Murcia tenía todos los síntomas, incluso las ganas de vomitar que me había dicho mi amigo. Me desmayé al suelo con un sudor frío y pensé “Me voy, esto se acaba”.

cesar piqueras formacion

Por suerte, no era lo que pensaba y en realidad era una gastroenteritis derivada de los excesos de las fechas Navideñas que atendieron muy bien en Urgencias del Hospital de la Virgen de la Arrixaca en Murcia. Pero ese día algo dentro de mi hizo “clic” y tomé conciencia de lo importante que es vivir feliz, sin demasiadas presiones innecesarias.

Al volver al trabajo en Enero, en una reunión con el dueño de la empresa, dijo una de tantas ocurrencias y le contesté “me voy, lo dejo”. Di el plazo necesario para que todo estuviera controlado, unos dos meses y medio, y salí de la empresa a finales de Marzo del 2006.

Por aquel entonces una anterior pareja que tenía vivía en Londres, y mi sueño era estudiar la carrera de psicología allí. Sin embargo, antes de incluso dejar mi trabajo dejamos la relación, aunque yo seguí queriendo ir a vivir a Londres.

Estuve unos meses viajando y descansando en España. De Abril a Julio hice viajes como El Camino del Norte en bici y el viaje a La Toscana que me inspiró para escribir mi primer libro en 2008.

En Julio del 2006 llegué a Londres dispuesto a realizar un Máster universitario que hablara de psicología y de empresa, del lado humano de la gestión de organizaciones. Aprobé un examen que medía mi nivel de inglés y conseguí entrar en la London Metropolitan Universtity a cursar, junto con dos alumnos más (sólo éramos 3 en clase), un programa muy innovador que se llamaba MA Managerial Psychology, y que estudia a fondo todo lo relativo a liderazgo, estrés, inteligencia emocional, equipos, gestión del cambio, y otros tantos temas que me interesaban y que hoy en día me son de gran ayuda para trabajar con mis clientes.

Hasta Agosto del 2007 además del Máster hice mucha formación en Programación Neuro-Lingüística y también formación y acreditación en coaching. Fueron meses geniales en los que mi principal era imprimir en la universidad estudios científicos e ir al Starbucks más cercano a pasar la tarde con un rotulador amarillo fosforito para subrayarlos. Además, disfruté de vivir un año sólo en una ciudad como Londres, y de recablearme a nivel personal.

En el 2007 pensé en crear mi empresa con tres objetivos que hace años conseguí:

  • Tener autonomía y libertad para todo. Cuando tienes tu propio proyecto es fácil.
  • Tener muchos más ingresos que en la empresa privada. Si creas un proyecto exitoso y actuas de forma inteligente es fácil (¡Noooo, eso no es fácil, pero se puede conseguir!)
  • Tener más vacaciones de lo que es habitual. Ya conoces mi política de las 12 semanas anuales.

En Agosto de 2007 mi proyecto Excélitas empezó, ofreciendo servicios de formación, desarrollo de directivos y empresas. El nombre «Excelitas» es debido a que el verbo “to Excel” es algo así como “superarse” en inglés. Y la terminación «–itas» creo que hace referencia a “lugar” o “sitio”. De esta forma se me ocurrió que Excélitas es el lugar en el que una empresa o profesional puede superarse a sí mismo. De ahí que esto sea lo que hago desde hace 10 años, con la ayuda de mi equipo.

Hoy en día ya conoces la historia Juan. Ah, lo de la «vida plena», ¡Gracias! lo agradezco si es que te da esa impresión, aunque no sé si más o menos plena que la de cualquiera. Quizás lo único que sí trato de ser fiel es a mi mismo, sintiéndome protagonista de mis propios resultados.

Que tengas un gran día.

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12 comentarios en “Cómo he llegado hasta aquí”
  1. Hola César,
    Muchas gracias por atender mi solicitud y ‘desnudar’ ante nosotros el Génesis de tu actual vida, de las causas que te han llevado hasta aquí, que han conseguido los efectos de leerte.
    Hoy me alegra más ‘acompañarte’.
    Un abrazo

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