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La perseverancia me parece un tema fundamental en cualquier profesión. En el 2003 mi buen amigo Joan Oliva me invitó a correr la Matagalls-Montserrat, un circuito de montaña de algo más de 83 kms que va desde lo alto del Montseny hasta Montserrat con un desnivel acumulado de 7677m. Es una prueba que se debe de realizar antes de 24h. Yo tardé 23:01 (desde las 17:00 del sábado hasta las 16:00 del domingo), junto con una amiga Austriaca que en esos días también visitaba a Joan. Los que están en forma hacen este recorrido en unas 8 horas (corriendo). Si algo aprendí de la Matagalls-Montserrat es a ser perseverante. Aunque la perseverancia, como el amor, hay que entrenarlo todos los días.
Desde el 2002 soy aficionado a retos que me puedan sacar de mi zona de comfort y lleven a un límite físico y mental al que no accedo todos los días. Disfruto mucho rodando en bici de montaña o también caminando. El camino de Santiago francés en bici en 9 días (900kms), el camino del Norte desde Roncesvalles por Irún en 11 días (1100kms), Ruta de la Plata Mérida-Astorga en 5 días (500kms), 500kms transpirineos en 6 días, y otros tantos viajes de este tipo.
En el 2012 abandoné Madrid-Valencia en bici porque el primer día rodé 104kms de montaña y mucho sol acabando con una pájara considerable (no me la había preparado bien). En el 2004 hice 100kms a pie de la transpirenáica por el GR11, desde Cabo Higuer (Irún) a Roncesvalles, en tres días de vivac en solitario. Ahora me tengo que volver a proponer un siguiente reto.
Si algo me han enseñado este tipo de retos es a no tirar la toalla, no son cuestión de unas horas, sino que tienes que estar varios días a un ritmo de 10 horas por día sin parar de rodar o 14 horas sin parar de caminar. Aprendí que si no tiras la toalla consigues tus objetivos, si cultivas la perseverancia y la constancia llegas a la cima, tienes que estar comprometido. Cada vez que me pongo a hacer algo que lleva más de un día, como escribir un libro, recuerdo estos viajes tan largos, al final no deja de ser un objetivo ambicioso, pero que a pequeños pasos se puedes conseguir.
¿Nos falta perseverancia?
Es una de las virtudes que más se echan de menos en muchas personas, queremos conseguir algo de hoy para hoy, olvidándonos de que los grandes viajes se hacen poco a poco. De hecho, es por la falta de perseverancia que muchos profesionales no consiguen sus objetivos. Un día están muy emocionados, porque han salido de un curso de habilidades comerciales con César Piqueras ;-) y llaman a cinco clientes, al día siguiente a dos y el tercer día a ninguno. Se nos olvida ser perseverantes.
¿Qué pasaría si durante lo que queda de 2014 te propusieras un reto diario, el mismo pequeño reto durante los 9 meses restantes ?
Un reto que aunque sea pequeño puedas cumplir todos los días del 2014, o los días laborables. ¿Cuál sería tu reto? La clave de esto es que aunque sea muy pequeña la acción que vas a realizar, si la realizas durante todo un año, seguro que tu nivel de competencia habrá aumentado considerablemente. La perseverancia es quizás la mayor de las virtudes, la gota de agua perfora la roca por su perseverancia.
¿Cuáles son tus objetivos?
¿Qué podrías hacer hoy mismo, qué pequeño paso podrías dar cada día para que en un año hayas conseguido todo lo que te propones?
En fin, reflexiones de una mañana de viernes. Qué tengas un gran día y si tienes retos en mente, no dudes en añadirlos a comentarios.
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