Índice [Ocultar]
El diálogo interno lo forman toda aquella comunicación que mantienes contigo mismo/a. Aunque te suene raro, no paras de hablar contigo mismo/a, de decirte cosas. Normalmente está cargado de una fuerte crítica hacia nosotros mismos y por lo tanto la clave será aprender a cambiar el diálogo interno.
Analizar el diálogo interno
Nuestra mente no para de parlotear con nosotros mismos, observa y verás que encuentras expresiones de todo tipo. El problema radica en cuando lo utilizamos para criticarnos a nosotros mismos, para pelear con partes de nosotros mismos que en realidad somos también nosotros. No es raro escuchar en tu mente palabras como:
- «Que cansado estás»
- «Ya estás otra vez con lo mismo»
- «No seas holgazán»
- «Nunca conseguiré…»
- «Eres un desastre»
En realidad dentro de tí viven muchos personajes, algunos de ellos los reconoces y son aquellos con los que te identificas. Otros no, son lo que Carl Jung llamaría tu sombra, es decir eso que tú también eres y que sin embargo no eres capaz de ver. Cómo estamos peleados con nuestra sombra, con esas cualidades de nosotros mismos que nos negamos a reconocer que tenemos, la sombra aparece por cualquier lugar, y una de sus manifestaciones es el diálogo interno. La sombra se dedica a criticar todas aquellas partes de ti que no te gustan: Ser un desastre, un holgazán, tímido…. y todo el etcétera de partes de ti mismo/a con las que todavía no te has reconciliado.
El problema de un diálogo interno negativo es que acaba por hacer mucho daño a una persona. Ya tenemos suficiente con lo que nos viene de fuera, como para tener al enemigo dentro de casa.
Cambiar el diálogo interno
Por lo tanto, la clave para seguir avanzando en tu liderazgo personal reside en cambiar ese diálogo interno una vez que lo has analizado. Empezar a ser consciente de tus pensamientos, aquí la meditación y ser consciente de lo que haces (mientras lo haces) será importante.
El tono de voz con el que te hablas se puede cambiar. Una vez seas consciente de tus propios pensamientos hacia ti mismo/a, cambia el tono de voz crítico y autoritario por un tono más sereno, dulce y positivo.
Cambia las expresiones que te cuentas a ti mismo. Es la mejor forma de empezar a construir autoconfianza.
- Un «Que cansado estás» se puede sustituir por un «Mi cuerpo necesita recomponerse»
- Un «Ya estás otra vez con lo mismo» se puede sustituir por un «También tengo mis manías»
- Un «No seas holgazán» se puede sustituir por un «Trabajo duro y descanso duro»
- Un «Nunca conseguiré…» se puede sustituir por un «Lo que me interesa de verdad acabo consiguiéndolo»
- Un «Eres un desastre» se puede sustituir por un «No soy perfecto. Amo mi imperfección»
Espero que puedas encontrar dentro de ti a ese gran amigo/a que todos merecemos tener.
Qué tengas un gran día.
SUSCRÍBETE A MI NEWSLETTER
y recibe nuevas herramientas y recursos