Aprender a desconectar… para volver a conectar

aprender a desconectar

Ya estamos a 19 de Diciembre, ya se acerca la Navidad y yo, junto con los míos, debo de empezar a pensar en retirarme por unos días, en cambiar el calendario de la pared por uno que ponga 2015. Me había planteado escribir en este blog algunos días de estas fiestas de Navidad y Año Nuevo, pero después de estar cerrando proyectos y tratar de dejarlo todo en orden, he pensado que lo mejor que puedo hacer es considerar este el último post del año. Aprender a desconectar no es fácil, por eso debemos de comprometernos con nosotros mismos. No es un adios, es un hasta pronto…

En unos días, cuando empiece el año, haré mi resumen de aprendizajes y objetivos del 2014 en este blog y también te hablaré de algunas estrategias para hacer que el 2015 sea un año genial para ti. Me seguiré comprometiendo a escribir todo lo que pueda para que nuestra creatividad, la tuya y la mía, sigan caminando juntas por senderos que nos aporten valor a ambas vidas, la tuya y la mía.

En el 2014 casi 200 post han pasado por este blog, han salido de estas manos hacia estas teclas, más de 140.000 palabras que han tratado se ser semilla. Ahora depende de ti hacer que germinen.

Aprender a desconectar

No con esto quiero decir que estos días previos a Navidad no vaya a hacer nada, quizás este año es el que más temas tengo que cerrar, y la primera semana del año la dedicaré a finalizar la traducción de Everyone Needs a Mentor para que en el 2015 se pueda publicar en Castellano. Pero en lo que se refiere a este blog, sí que voy a tomar unos días de descanso.

No es que no tenga ideas por escribir, en mis listas de Evernote puedo contar hasta 212 ideas sobre las que escribir que han ido naciendo en mis momentos de más creatividad (cuando conduzco, me ducho, o hago algo distinto a lo habitual).

Pero ahora toca aprender a desconectar, decirme a mi mismo «César, por ahora está bien. En el 2015 podrás seguir con ello».

como aprender a desconectar

Creo que estas son fechas sagradas, no por su carácter religioso, sino por estar en un momento del año en el que todos necesitamos descansar, volver a conectar con los nuestros, con las raíces. A veces pienso en lo mal que diseñamos nuestros horarios y jornadas laborales, en lo mal que nos organizamos el tiempo para que haya personas que no puedan tener al menos una semana de vacaciones en estos días. Sigo pensando que la empresa y la sociedad moderna tiene mucho camino que recorrer en lo que a calidad del trabajo se refiere.

En nuestro caso, no visitaré a clientes o trabajaré en su empresa durante 3 semanas, hasta el día 12 de Enero. Sin embargo, sí que hay trabajo en la trastienda, preparando, organizando, elaborando el plan. Por este motivo, debo saber parar, detenerme estos días para que cuando comience el 2015 pueda tener la mejor energía posible.

Parar, desconectar, para volver a conectar…

Lo que me pide el cuerpo es seguir deprisa, con todo en marcha, seguir creando proyectos, haciéndolos crecer… Pero sé que debo parar. Quizás todavía sigo corriendo, quizás hasta mañana por la tarde (ahora viajo a Madrid porque trabajo allí), y entonces, cuando podré decir que acaba mi año laboral 2015, podré tomar el tren de vuelta a casa y suspirar, con esa sensación tan gratificante que significa volver a casa.

Todos deberíamos saber dónde está nuestro hogar. Siento sin embargo que muchas personas se encuentran sin él, que no tienen personas a las que volver a abrazar, y esto no deja de apenarme.

Vivimos tiempos en los que es muy fácil perderse, en los que no nos cuesta nada perder nuestro lado humano, en los que los valores que nos acercan al otro, a su dolor, a su realidad, parecen viejos monumentos, antiguos edificios de una gran ciudad, que ya sólo aparece en los libros de historia.

Me pregunto si en esta Navidad todos podríamos quizás reflexionar sobre esto, si podríamos ensanchar nuestro corazón, hacer que entren también en él otras personas.

aprender a desconectar es necesario

Lo que tienen las prisas de nuestra “sociedad desarrollada” es que nos olvidamos del otro, de su dolor, de su urgente necesidad de ayuda. Mientras algo ocurre a nuestro alrededor, preferimos apartar la mirada, pensar “ya le ayudará alguien que tenga más tiempo que yo…”.

Y de esta forma, nos deshumanizamos, y nos convertimos en nuestro peor enemigo.

Me pregunto si el 2015 será un año más humano, si podremos sentirnos más orgullosos de la extraordinaria especie a la que pertenecemos. Si podremos abrir más el corazón y cerrar la muralla al miedo, al enfaco, a la culpa y al rencor.

Esta mañana, mientras leía algunos textos en esa hora mágica del comienzo del día, me llegó un video en el que en la BBC entrevistaban al Presidente de Coca-Cola Europa. No pude sino pensar que estábamos errando el rumbo, que estamos conduciendo nuestra sociedad hacia un lugar equivocado.

Pero no es momento de criticar, de tirar balones fuera, de no asumir nuestra responsabilidad. Me gustaría que miráramos al futuro, tú y yo, ¿qué futuro queremos?

Si de algo nos puede servir esta etapa del año, es para el cambio. Llegar a la meta de una carrera (como ha supuesto el 2014) y pararse delante de ella, te hace reflexionar sobre cuál es la siguiente carrera a la que quieres apuntarte, qué tipo de compañeros quieres tener, qué tipo de entorno, qué tipo de desafío quieres enfrentar… ¿Cuáles son tus desafíos para el 2015?

Todos tenemos desafíos delante de nosotros. Ahora es un buen momento para hacer balance del 2014, para definir tus objetivos del 2015. Y también para descansar, para relajarte.

Mi mujer y yo iremos a Granada, como de costumbre. También a Ubeda y Baeza, con el único objetivo de descansar y tapear. Ya son varios años haciendo lo mismo, y cada año lo disfruto más. Ya tengo ganas de hacer mi running habitual por el Albaicín, y por los Olivos de Úbeda, también ir a comprar aceite de oliva en Baeza, y disfrutarlo durante todo el año. Y también disfrutar del carácter maravilloso de sus gentes, a las que tanto aprecio les tengo.

Y sobretodo, en nuestro caso son días para disfrutar de la familia, de todos y cada uno de ellos.

Vamos a estar tres semanas sin leernos, prometo volver pronto, el próximo 12 de Enero, lleno de energía, y con más fuerza que nunca.

Si quieres, y para no perdernos, podemos conectar por Facebook, Twitter (@cesarpiqueras) o Linkedin, será un placer.

Mientras tanto, que tengas una Feliz Navidad y un Prospero 2015

 

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20 comentarios en “Aprender a desconectar… para volver a conectar”

  1. Este 2014 lo dejo entrando en las listas del paro de nuevo, después de un año de mucho estrés y sufrimiento laboral, en el que tu blog ha sido mi medicina para esos momentos de bajón, por eso, por todo lo que he aprendido de ti, comenzaré el año llena de ilusión y pensando que no es una puerta que se me cierra sino que se abre otra mucho mejor, gracias por lo que transmites y cómo lo transmites… Feliz año y disfruta de mi tierra, su gente y su aceite.

    1. Buenos días Silvia! En primer lugar desearte lo mejor en este 2015 que estrenamos estos días. Espero que ahora te puedas recuperar de este estrés que comentas. En cualquier caso, tus palabras me animan a mi a seguir escribiendo, saber que aportamos algo útil a los demás es quizás el mayor motivador que existe.
      Ahora que has cerrado una puerta, espero que pronto se pueda abrir otra nueva puerta para ti, seguro que sí.
      Estos días hemos disfrutado mucho de tu tierra, ya estamos de vuelta, pero ha sido fantástico, como los cuatro años anteriores, es nuestro lugar de retiro en estas fechas. Un fuerte abrazo Silvia, y aunque haga frío en estos dias, no te enfriés, lucha por lo que crees.

  2. Maria Isabel Rivas Ruiz

    Buenas Cesar!
    Como siempre,te vas por la puerta grande con este post.
    Darte las gracias por regalarnos tanto desinteresadamente,tiempo,aliento,humanidad,conciencia ..aprovecha a tope tu merecido descanso
    Gracias,gracias y gracias

  3. Miguel Ángel García

    César, te deseo que estés disfrutando de esos momentos con los tuyos en los que te paras a oler el bosque, a mirar en el horizonte la combinación de colores de un atardecer, a sentir la presencia que supone tener cerca a tus seres queridos y ante todo, que saborees (nadie como tú para explicarlo) cada instante de tu vida. Un abrazo.

  4. Cesar, te deseo unas felices fiestas y que la ilusión y la esperanza, junto con el esfuerzo por hacer bien las cosas, nos acompañen en el 2015. !!Echaré de menos tus post!! Gracias y descansa

  5. Happy Christmas!!!! Creo sin embargo que se justifica la Navidad precisamente porque se celebra la venida del hijo de Dios (motivo religioso) entendiendo que a la familia le damos su espacio permanentemente sin esperar una fecha especial… a mi por lo menos me gusta la idea que aún con todo su Poder y Esplendor haya elegido nacer y vivir a la manera humilde y su mensaje sea para los que tenemos abierto el corazón para hacer de este mundo un lugar mejor… Que descanses!!!

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