3 buenas prácticas para mejorar el salario emocional

vinculo emocional con los empleados

Cada día más, las empresas tienen que pensar en cómo retribuir mejor a sus equipos, en cómo hacer que las personas se sientan mejor dentro de la organización para la que trabajan. Mejorar el salario emocional es una tarea pendiente para muchas empresas. Hoy me gustaría darte algunas ideas…

Una cosa es la retribución que cada persona percibe por hacer su trabajo, es decir todo lo que cobra en formato económico o en especie. No sólo tu salario a final de mes es una retribución, también lo son el seguro médico que contrata tu empresa, el transporte u otros…

El salario es un motivador muy breve, que de no estar en su justa medida (según la percepción del trabajador), es un motivo de desmotivación importante.

Soy de la forma de pensar de que los temas de salario tenemos que sacarlos cuanto antes de la mesa.

Necesitamos políticas salariales que hagan que las personas se sientan bien retribuidas y también tener dentro de la organización personas que se sienten bien retribuidas con un salario digno y propio de sus esfuerzos. Hay personas más mercenarias que nunca se sentirán a gusto con lo que cobran.

Pero quiero dejar de lado por hoy el salario que te llega a final de mes. Ese lo dejamos para otro día. Me quiero centrar en el salario emocional, que es uno de los factores más importantes por los que un trabajador se queda en una empresa.

Hay muchas formas de salario emocional:

  • Trabajar en una empresa cuya finalidad tenga para ti un sentido importante.
  • Un buen ambiente de trabajo.
  • Horarios flexibles.
  • Posibilidad de hacer parte de tus horas semanales desde casa.
  • Recibir feedback sobre cómo haces tu trabajo.

Son clásicos motivadores según nos díría ya hace algunas décadas Herzberg, en su clásico artículo de HBR «One more time, how do you motivate employees?»

El salario emocional es lo que hace que una persona (sientiéndose justamente retribuida) se quiera quedar en tu empresa.

De ahí que sea tan crucial para cualquier organización hacer que este salario sea cada vez mayor, una vez que hemos sacado el tema del salario económico fuera de la mesa.

Hoy te quiero dar tres ideas sencillas para mejorar el salario emocional

3 buenas prácticas para mejorar el salario emocional

Todas ellas son prácticas que muchos de mis clientes ponen en marcha y que están contrastadas porque les funcionan.

1. Desayunos con el CEO

Los CEOs y directivos muchas veces son personas que viven en otra realidad paralela (a veces demasiado lejana) y que son percibidos por los empleados como una especie aparte. Mediante esta práctica, conseguimos que las personas se sientan más cerca de quienes dirigen el barco, algo que siempre viene muy bien para tener mayor sentimiento de pertenencia y cohesión.

Recuerda que una de las disfunciones de muchas empresas es el emparejamiento, cuando se crean grupillos que van en contra de todo orden establecido. Mediante esta práctica hacemos que la dirección y los empleados de base estén cada vez más cerca y puedan tener lazos más estrechos.

En una empresa nacional con más de 800 empleados, el CEO un día a la semana desayuna con un grupo de empleados de base. En estos desayunos (¡además de haber café, zumos, fruta y bollería para todos!), se comparten unos 30 minutos con el CEO en los cuales los empleados aprovechan para conocerlo mejor, resolver dudas, bajarle del pedestal, y hacerlo un poco más humano. También el CEO aprovecha para conocer la realidad de cada empleado, cómo se siente, sus inquietudes y otras cuestiones de interés.

aumentar el salario emocional

2. ¡Felicidades!

A los seres humanos nos gusta que los demás se acuerden de nosotros (aunque algunos no lo quieran reconocer). Especialmente cada vez que cumplimos años, sentimos que estamos un año más por aquí y eso es importante ¿no te parece? Muchas personas tienen que ir diciendo en su empresa «por cierto, hoy es mi cumpleaños» porque nadie se acuerda de felicitarlos…

En una empresa con unos 120 empleados y unos 30 millones de euros de facturación, pusimos en marcha una medida que funcionó bastante bien: Los superiores felicitaban personalmente a los empleados cuando era su cumpleaños y le regalaban un par de entradas de cine con una carta redactada personalmente por su jefe.

No era una felicitación fácil, ni de 30 segundos. Era una pequeña reunión de agradecimiento, de valoración del trabajo realizado y de felicitación sincera porque esa persona cumplía un año más.

Al principio sonaba un poco raro, pero poco a poco la gente empezó a disfrutar de la dinámica. Recuerdo casos de personas que se pusieron incluso a llorar. Yo estuve presente en algunas reuniones, como el caso de Marta, una empleada de casi 52 años, cuando su jefe le decía:

«Marta, llevas más de 20 años trabajando en esta empresa y nunca te había dicho lo muchísimo que aprecio el trabajo que haces. Me pareces una mujer muy valiente, pero sobre todo muy luchadora. Sé que no lo has tenido fácil en la vida, pero quiero que sepas que aquí eres muy importante y puedes contar con nosotros. Hoy es tu cumpleaños, eso ya lo sabes y  te quería felicitar de corazón, me siento muy orgulloso de que estés en mi equipo, Marta». 

Como puedes imaginar lo de menos eran las dos entradas de cine, pero tambíen tenía sentido algún tipo de intercambio, un aspecto más logístico.

Te puedo asegurar que estas conversaciones anuales de agradecimiento de los jefes hacia los colaboradores mejoraron bastante el clima de la empresa. Aunque también es cierto que, previo a ponerlo en práctica, hicimos un pequeño training para enseñar a los jefes a dar un feedback que llegara al corazón de la gente. Hay quien no lo sabe hacer con el tacto y las palabras adecuadas, hace falta bastante autenticidad y sinceridad si queremos que esta práctica funcione.

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3. Ponte en mi lugar.

En muchas empresas existen conflictos importantes entre unos departamentos y otros. La «departamentalitis» es uno de los síntomas de enfermedad grave de una empresa. En un grupo hotelero se puso en práctica una idea para mejorar esto y hacer que las personas no pusieran más energía en conflictos con otros departamentos, y en lugar de eso gastaran todas sus fuerzas en satisfacer al cliente.

Ponte en mi lugar es una iniciativa mediante la cual un día al año todos los empleados trabajan junto a otra persona que hace un trabajo totalmente distinto. Por ejemplo, un empleado de recepción pasa el día trabajando con una limpiadora, el CEO pasa un día trabajando en recepción, un administrativo pasa todo un día acompañando a un comercial a hacer su trabajo…

Mediante esta dinámica conseguimos que las personas sintieran que trabajaban en un mejor clima laboral, en el que había menos conflictos y eso siempre impacta positivamente sobre el salario emocional.

Ya lo decía Gandhi «Tres cuartas partes de los problemas del mundo se solucionarían si nos pudiéramos poner en el lugar de los demás».

Ahora ya tienes 3 ideas muy sencillas para aumentar el salario emocional de los empleados. Espero que las puedas poner en práctica en tu empresa.

Que tengas un gran día.

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4 comentarios en “3 buenas prácticas para mejorar el salario emocional”

  1. Gracias Cesar por compartir estos consejos….me ha gustado mucho como.has denominado salario emocional ya que es que es que realmente nos motiva a levantarnos todos los dias a ir al trabajo.
    Si las empresas fueran conscientes de la imortancia de este salario todos trabajariamos mucho mas felices y motivados y consecuentemente seriamos mucho mas productivos…

  2. Hola César… sabios y magníficos consejos gracias, estoy convencida que si los jefes lo hicieran sacarían mucho más partido de los empleados y un aporte de felicidad en el trabajo viene muy bien en los tiempos que corren quizás se valore más que incluso un pequeño aumento.
    Le diré al jefe que lo ponga en practica jajaja.

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