Los 10 pasos para hacer presentaciones excelentes siempre

Buenos días, hoy he decidido que en lugar de escribir yo, escriba este artículo un conocido y gran profesional en eso que es el arte de hablar en público y hacer presentaciones excelentes: Sebastían Lora.

Así que con vuestro permiso, directamente os paso con sus aportaciones a esta ciencia en un artículo más que atractivo:

Los 10 pasos para hacer presentaciones excelentes

Todo tiene su método. Vender, cocinar y salir a correr 21 kilómetros requieren de un proceso para hacerlo bien de manera consistente y conseguir los resultados deseados. Hacer presentaciones funciona igual. Hace falta un sistema para obtener resultados satisfactorios: que el cliente firme el contrato, el equipo salga motivado para alcanzar los objetivos o los vecinos aprueben la ampliación de la piscina comunitaria.

¿Estás usando el método más efectivo para hacer tus presentaciones?

Decálogo para hacer presentaciones excelentes

Si tu respuesta a la pregunta de arriba no es afirmativa, te sugiero los siguientes diez pasos para lograr un cambio inmediato.

1 Conoce bien a tu público

¿Has intentado alguna vez vender bikinis en el Polo Norte? Yo tampoco. Pero no hay que tener demasiadas luces para predecir las posibilidades de éxito. Un mensaje estandarizado que no tiene en cuenta al público específico tiene todas las de perder. Investiga con detalle quién será tu público y podrás diseñar un mensaje relevante y decirlo en términos que se entienda.

2 Define un objetivo claro

¿Te suena este diálogo de Alicia en el País de las Maravillas?:

• -¿Qué camino debo seguir para salir de aquí?
• -Depende del sitio al que quieras llegar.
• -No me importa el sitio…
• -Entonces tampoco importa el camino que tomes.

Hacer una presentación sin tener un objetivo claro es equiparable a salir de viaje sin un destino definido. Puede ser lo divertido (el viaje), pero ni eficiente, ni efectivo. Antes de comenzar pregúntate: ¿Qué quiero que haga el público una vez termine mi presentación?

3 Elige un único mensaje

¿Recuerdas la última presentación en la que estuviste de público? ¿De qué iba? El humano de hoy tiene una capacidad de atención bajísima. Si a esto se le suma un aluvión de información, la capacidad de retención es prácticamente nula. Si el público recuerda una sola cosa de tu presentación, ¿qué te gustaría que fuera? Ése tiene que ser tu mensaje. Único, corto y claro.

4 Selecciona las ideas a tratar

De tu tema seguro que puedes hablar durante horas. Pero en 15, 30 ó 45 minutos de ponencia, no cabe mucho contenido. Por eso, hay que ser selectivo. Haz una lluvia de ideas a muerte pero luego filtra más a muerte aún. Usa tu mensaje único como filtro. Todo lo que no aporte a dicho mensaje, ¡fuera!

5 Estructura las ideas de manera lógica

¿Para qué sirven las columnas y las vigas en la construcción de una casa? Para mantenerla en pie y que haga su trabajo. Para que las presentaciones cumplan su cometido, requieren una estructura clara y lógica que permita al público seguirla y entenderla fácilmente.

Ten una introducción sorprendente, una conclusión potente  y, entre medias, un discurso esquematizado compuesto por tres bloques centrales que apoyen al mensaje único.

6 Pobla la estructura de contenido

Una de las recetas seguras para matar al público de aburrimiento es atiborrarlo de teoría. Por muy interesante que sea, es imposible mantener su atención indivisible sin poner un poco de chicha.

Usa ejemplos, historias personales y ajenas, metáforas y analogías, preguntas retóricas. Involucra al público, haz una demostración, muestra un vídeo… Esto reforzará tus ideas y las hará más interesantes y fáciles de escuchar.

7 Diseña las ayudas visuales

En la mayoría de los casos, ayudas visuales = diapositivas. Primero pregúntate si son imprescindibles. Si decides que sí, te recomiendo estas cuatro claves para si diseño:

• No son una chuleta ni un documento de lectura. Son ayudas visuales.
• Usa una sola idea por diapositiva.
• Las imágenes funcionan mejor que el texto.
• La letra no debe ser menor de 28 puntos de tamaño.

8 Ensaya hasta la extenuación

Si terminas de preparar tus diapositivas a las 2:00 de la mañana de la noche anterior a la presentación, ¿cuál crees que será el resultado final a la hora de la verdad?

La única manera de asegurarnos de ejecutar presentaciones excelentes, con fluidez, naturalidad y confianza es practicar el guión hasta más no poder. No vale repasarlo mentalmente. No vale leerlo diez veces. Verbalízalo tanto como sea necesario hasta que salga natural.

9 Ejecuta la presentación

Llegado el día “D”, trucos y técnicas para hacerlo bien hay muchos. Pero francamente, el mariposeo en el estómago no te permitirá tenerlo todo en cuenta. Si te fijas en una cosa solamente, que sea conectar con el público.

Sugerencias para conectar con el público:

• Busca el contacto visual individual.
• Sonríe (siempre que el tema lo permita).
• Gesticula con naturalidad y de forma abierta.
• Mantén una postura erguida.
• Mantén los pies firmes en el suelo (muévelos sólo al desplazarte).

10 Recibe feedback, mejora, y comienza de nuevo

La frase “la práctica hace al maestro” es mentira. Repetir un hábito erróneo una y otra vez lo único que hace es tatuarlo en el cerebro, desviándonos del camino hacia la maestría.

Sólo la práctica deliberada hace el maestro. Practicar, recibir feedback, implantar mejoras y repetir de nuevo. Ése es el único camino hacia la mejora continua y el que te permitirá hacer presentaciones excelentes de manera consistente mejorando con cada intento.

¿Cómo obtener feedback?

• Grábate en vídeo y observa cuidadosamente.
• Pide a alguien de confianza que tenga ojo crítico y te dé su opinión.
• Encuentra tu club de Toastmasters más cercano.

Sé metódico y sigue estos diez pasos. Tus presentaciones lograrán mejores resultados, te abrirán muchas puertas y te llevarán tan lejos como te propongas.

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Este artículo ha sido escrito por Sebastián Lora, conferenciante, oficiante de bodas, formador en habilidades de comunicación y blogger en www.declamatoria.com. Ayuda a las personas a sacar lo mejor de sí mismas a través de la comunicación, enseñándoles a mostrar clara y eficazmente su verdadero potencial.